La política práctica o cambiar el Estado

Las cuatro señales que ha dado el gobierno de Rolando Figueroa en las que la política de lo posible o la de cambiar desde el Estado quedaron en pugna. Quedará en el debe la relación aún no nacida que tiene que tejer con el gobierno nacional que no tiene, aún, voceros en Neuquén que apuren definiciones.

Las luces verdes y amarillas se encendieron en el primer mes de gestión de Rolando Figueroa que cumplirá este miércoles. La luz roja aún está apagada y muchos dicen que estará disponible cuando llegue el momento de la negociación con los gremios estatales.

El principio filosófico de que la política es el arte de lo posible es demonizado por quienes sostienen que el excesivo pragmatismo -que figura en el manual del MPN- justifica imprevisión y ausencia de mecanismos de negociación. Hay otro principio avalado por quienes sostienen que solamente se pueden producir cambios sociales y económicos desde el Estado, por lo tanto, con lógicos límites, se debe llegar y desde allí morigerar los “efectos del mercado”.

Ambos paradigmas integran el blend del frente que este miércoles cumplirá el primer mes de gestión al frente del Estado neuquino y que llegó con la cucarda de haber puesto fin al gobierno del MPN.

Se pueden tomar cuatro muestras de este inicio de gestión.

Luz amarilla para la sorpresa de los nuevos funcionarios que encontraron empleados públicos que no tenían donde trabajar o que estaban adscriptos a una dependencia con controles intangibles. Con imprecisiones se advertía que esto ocurre sin señalar a nadie ni dar un dato exacto de cuántos.

El partido estado hizo gala de la presencia estatal en cada rincón de la provincia y, en los cambios de gobierno de funcionarios elegidos que no cultivaban la cordialidad –como fue la transición de Omar Gutiérrez y Rolando Figueroa- se anunciaban recortes y sambenitos para quienes tenían “ese privilegio”. Nunca pasó nada. Y ahora que la dolarización de las regalías hacen crecer los ingresos, la urgencia dejó de ser urgente. Sólo se hicieron planillas donde tienen que ir a firmar todos los días a las 8 hasta que se resuelva su destino.

Una luz verde ya quedó encendida en la Legislatura aunque con cierto tono desprolijo. El frente neuquinizate sigue intacto y estrena mayorías inusuales, lo que le valió votos, por demás, a un proyecto de eliminación de privilegios que se otorgó a los políticos en la dictadura (la ley es de 1981).

Como después el Ejecutivo advirtió que el efecto era neutro envió otro que cotillea con la derogación pero no llega al fondo. La gestión todavía cumple con el enamoramiento de un frente multicolor y, encima, tiene apoyo institucional del MPN. La luz verde puede tener poca batería porque como dijo Daniela Rucci: el MPN lo que sabe hacer es gobernar. Sin titubeos, le faltó acotar.

La tercera arista de este mes de gestión, que también es una luz amarilla, es la relación con el gobierno nacional, aún nonata. Hubo reacción lenta hacia afuera, tanto con el DNU como con la ley ómnibus. Quedó la idea de que se logró un cambio cosmético cuando no se afectaba la potestad provincial y solo se podría aminorar la capacidad de control para el sector convencional.

De todas formas La Libertad Avanza tampoco tiene tradición política en Neuquén -vacante de nombres- para hacer valer sus supuestos principios. De hecho en las sucursales nacionales que hay en la provincia aún hay sillas vacías o cargos prorrogados.

El cuarto aspecto es de color verde. Se presentaron las nuevas autoridades del Banco Provincia de Neuquén. Un ala técnica que buscará mejorar aspectos como el servicio a clientes cautivos de una empresa pública de 1.154 empleados. Hay un ala política de una comisión fiscalizadora de tres abogados.

Es la primera vez que la entidad tiene ojos políticos de control, no de dirección que los tuvo y algunos se fueron debiendo quedarse. La única desventaja es que el control político no es a tiempo completo: el ministro Matías Nicolini, la hija del gobernador Camila, y Ramona Parada seguirán con sus tareas públicas y privadas. El BPN siempre está en los desaguisados de la política y su imagen en términos de transparencia es como el río Varvarco. ¿Pragmatismo o cambiar desde el Estado?


Las luces verdes y amarillas se encendieron en el primer mes de gestión de Rolando Figueroa que cumplirá este miércoles. La luz roja aún está apagada y muchos dicen que estará disponible cuando llegue el momento de la negociación con los gremios estatales.

Registrate gratis

Disfrutá de nuestros contenidos y entretenimiento

Suscribite por $1500 ¿Ya estás suscripto? Ingresá ahora
Certificado según norma CWA 17493
Journalism Trust Initiative
Nuestras directrices editoriales
<span>Certificado según norma CWA 17493 <br><strong>Journalism Trust Initiative</strong></span>

Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios