Inundaciones
1 minuto de lectura'
LA NACIONDiana Fernández Irusta
La tormenta Henk complicó los días de quienes viven cerca del agua en el sudeste de Inglaterra. Hubo vientos y lluvias torrenciales, y los ríos Severn y Avon desbordaron, obligando a cambiar las rutinas de los habitantes de esas zonas. Nada detiene a un torrente impetuoso. El agua se sabe filtrar, inmiscuir, encontrar los vericuetos por donde colarse. También, si las condiciones están dadas, sabe arrasar, colmar, cubrir lo que sea, hacerse dueña del territorio. Así ocurre en esta foto, a la que la perspectiva aérea otorga intensidad. Lo que parecen piezas sueltas de vaya a saberse qué dispositivo son en realidad juegos infantiles tomados por la inundación. Como la interrupción de las conexiones eléctricas o el ritmo alterado de los transportes, también el esparcimiento sufrió el rigor de los elementos. Vistos así, tan lejanos, los juegos cuentan una fragilidad a duras penas aceptada.
Tipo de trabajo:
opinión
Más leídas de Cultura
