Madeleine Cooper sólo tenía tres años cuando comenzó a sufrir de intensos dolores en todo su cuerpo. En ese momento, se había caído de la bicicleta mientras paseaba por su barrio en Staffordshire (Reino Unido) y sus papás, Emma y Scott, atribuyeron su malestar a ese incidente.
Sin embargo, todo cambió cuando empezó a despertarse gritando por las noches y a tener varios hematomas en su cuerpo.
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Ante los extraños síntomas, sus padres la llevaron al médico en tres ocasiones pero siempre recibían la misma afirmación: los gritos por las noches se debían a “terrores nocturnos”, ocasionados por pesadillas que provocaban una intensa angustia en la niña, y los moretones que tenía “no eran nada preocupante”.
Lejos de quedarse conformes con dicho diagnóstico, Emma y Scott llevaron a Madeleine a otro hospital, donde, apenas describieron los indicios, le ordenaron una ecografía.
Al momento en el que llegaron los resultados, se confirmó la intuición de los papás de la nena: tenía un tumor de un gran tamaño y descubrieron que padecía un cáncer en una etapa avanzada. “Fue el peor momento de nuestras vidas”, confesaron en una entrevista con el medio StokeonTrentLive.

Inmediatamente, Madeleine comenzó el tratamiento que consistía en seis ciclos de quimioterapia, lo cual la dejó muy debilitada. “Nos preguntamos si alguna vez veríamos crecer a nuestra hija”, reveló Emma. Unos meses más tarde, cuando la niña logró recobrar fuerzas, la operaron para extirpar el tumor.
“Recuerdo haber llorado en el baño pensando que tal vez nunca volvería a verla, pero la cirugía fue un gran éxito”, agregó la madre. Asimismo, explicó que, al principio, el cáncer se había extendido a los pulmones pero que, gracias al tratamiento, desapareció por completo. Hoy en día, la niña tiene ocho años y se encuentra en remisión, es decir en ausencia de signos o síntomas de cáncer.

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Recientemente, Madeleine recibió un premio “por su valentía” en una jornada de reconocimientos que llevó a cabo Cancer Research UK for Children en conjunto con Young People Star Award. “Es una verdadera estrella que ha pasado por mucho a una edad tan joven. Es un privilegio absoluto celebrar su valentía”, expresó Paula Young, una de las organizadoras.