Un irascible sujeto, propietario de una bicicletería ubicada en pleno microcentro de la capital jujeña, deberá resarcir económicamente a una clienta y además deberá realizar curso de capacitación sobre violencia de género, luego de insultar, humillar y amenazarla.
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Un irascible sujeto, propietario de una bicicletería ubicada en pleno microcentro de la capital jujeña, deberá resarcir económicamente a una clienta y además deberá realizar curso de capacitación sobre violencia de género, luego de insultar, humillar y amenazarla.
Un reciente fallo de la Justicia jujeña dio lugar a una demanda que inició meses atrás Ailén Armada, una letrada del fuero local, luego de vivir en carne propia los atropellos y los ordinarios improperios de un hombre propietario de un comercio denominando " Mossano Bike Center", ubicado sobre calle Belgrano del microcentro capitalino.
"Compré una bicicleta y me vino pinchada, entonces me dirigí al negocio, donde lo compré y un hombre me recibió de una manera bastante violenta. Era el padre del dueño del negocio se dirigió a mí con insultos con este malos tratos; la verdad que yo me sentí bastante asustada por la serie de cosas que me dijo, que son irreproducibles", dijo.
"Junto a mi colega Franco Vera iniciamos el proceso judicial, y recientemente la Justicia resolvió un resarcimiento económico que esta persona debe pagarme, pero además fue obligado a realizar un curso por violencia de género. Además se resolvió que pague otra multa por la falta de una dirección de correo electrónico", dijo Armada.
"Del ordenamiento jurídico de buenas prácticas, en relaciones de consumo con todo lo que es la transversalidad de las perspectivas de género, lo que se habló en el descargo fue centralmente el sujeto híper vulnerable, un sujeto nuevo que aparece en la Ley de Defensa del Consumidor; porque de hecho ya en esa relación jurídica hay un sujeto vulnerable que es el consumidor con la perspectiva de género, que se vuelve híper vulnerable, ya sea por perspectiva de género, identidad de género, orientación sexual".
"Si bien la resolución saca una multa en contra del acusado, no resuelve la cuestión de fondo, la violencia de género, entonces lo que a mí me preocupa no es solamente que a algunos actores se les llame la atención, en este caso un comerciante, sino también quien tiene la autoridad de aplicación de la ley, no la está utilizando como la tiene que utilizar con medidas ejemplares, para que esto no vuelva a ocurrir".