Se pusieron de moda hace unos veranos y continúan con plena vigencia: las sillas o hamacas colgantes, más allá de los diferentes estilos, colores y formas disponibles, resultan un elemento que suma comodidad y funcionalidad a los ambientes.
Dada su rápida y sencilla instalación, rápidamente ganaron lugar en los interiores de la vivienda. Más allá de eso, el suave balanceo y la sensación de cobijo que las caracterizan ayudan al relax y a la pausa.
En esta nota, Tendencias te cuenta cuáles son sus virtudes y cómo incorporarlas a tu escena hogareña.

Beneficios y ventajas
Entre las ventajas que aportan, los expertos le atribuyen:
- las hamacas o sillas colgantes calman y relajan, consiguen reducir el nivel de estrés y despiertan la energía, a la vez que promueven un descanso para la actividad cerebral;
- según el modelo, mantienen una correcta posición de la espalda y ayudan a evitar contracturas musculares. El mejor ejemplo son el diseño de las sillas huevo;
- en el caso de la hamaca paraguaya, su forma curva suprime todos los puntos de presión y garantiza un feliz descanso;
- se adaptan a cualquier estilo decorativo, hay un modelo para cada necesidad;
- son de simple instalación.

Modelos
La nueva versión de aquellas hamacas originales obedece a la tendencia de incluir productos de fibras naturales que se acompañan con el resto de los elementos de cada sitio.
Se presentan en varios modelos, como las tradicionales que penden de un soporte que debe fijarse correctamente, ya sea en un perfil de hierro, en la losa de hormigón, paredes de mampostería (hamaca paraguaya), o bien, con doble refuerzo en un cielorraso suspendido.
Otro modelo muy difundido es el de pie, cuyo soporte permite el traslado sencillo de un lugar a otro y pende del arco que forma su estructura.