La lactancia materna, una estrategia esencial para mejorar la salud infantil

No faltan datos médicos ni campañas para estimularla que se refieren a la lactancia materna como un recurso óptimo para salvar miles de vidas, en especial en niños de 0 a 23 meses, acompañada de una alimentación complementaria y segura, tal como lo señaló en las últimas horas la Organización Mundial de la Salud. La entidad estimó que desde el punto de vista nutricional, ella puede salvar la vida de más de 820 mil menores cada año.

Según datos de la OMS la cifra estimada de muertes de niños en el mundo debido a la desnutrición es de 2,7 millones, equivalente al 45 por ciento de todas las muertes infantiles. En la actualidad, 52 millones de niños menores de 5 años presentan emaciación (delgadez extrema); 17 millones padecen emaciación grave; 155 millones sufren retraso del crecimiento, mientras que 41 millones tienen sobrepeso o son obesos.

Los primeros dos años de la vida del niño son especialmente importantes, ya que la nutrición óptima durante este periodo reduce la morbilidad y la mortalidad, así como el riesgo de sufrir enfermedades crónicas. A pesar de los beneficios que aporta la lactancia materna, la OMS advirtió que muchos lactantes y niños no reciben una alimentación óptima.

Asimismo, indicó que un 36 por ciento de los lactantes de 0 a 6 meses recibieron lactancia exclusivamente materna durante el periodo 2007-2014 y, en muchos países, menos de un cuarto de los niños de 6 a 23 meses cumplen los criterios de diversidad de la dieta y frecuencia de las comidas apropiadas para su edad.

Cabe señalar que, según estadísticas oficiales, el 50 por ciento de los bebés argentinos se alimenta del pecho en forma exclusiva hasta el cuarto mes. Y en ese contexto, las autoridades sanitarias destacan la importancia de amamantar al niño dentro de la primera hora después del nacimiento por los múltiples beneficios que eso provoca, como la reducción de probabilidades de enfermar o morir del bebé.

Los médicos coinciden en que la lactancia materna, exclusiva hasta los seis meses y su continuación hasta los dos años o más, es una de las principales estrategias para mejorar la salud infantil en forma integral. Estudios científicos recientemente publicados demuestran que si todas las mujeres iniciaran la lactancia durante la primera hora de vida de sus bebés, se podrían prevenir cada año aproximadamente un millón de muertes neonatales.

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Cuando hay contacto precoz, las madres amamantan durante más tiempo, los niños pesan más y tienen menos infecciones, el bebé mantiene una temperatura estable, se siente mejor y llora menos, según el diagnóstico de especialistas.

La magnitud de los beneficios obliga a acentuar las campañas de concientización en esta materia. Es fundamental que las mujeres tengan información sobre los beneficios de la lactancia temprana y que sean adecuadamente asesoradas en los hospitales públicos y las unidades sanitarias.

Cabe esperar que se siga en el camino correcto, y se acentúen las iniciativas tendientes a estimular la lactancia materna. Como queda dicho, así se logrará un aporte nada menos que a la salud de los más chicos.