“No dan puntada sin hilo”: un taller de bordado, vaciado

Nadie está exento en La Plata de sufrir algún episodio de inseguridad, pero últimamente esta situación se está potenciando durante las madrugadas, tanto en viviendas como en comercios.

Y en las primeras horas de ayer, quien resultó damnificada por esta acuciante realidad es la propietaria de un taller de bordados que se encuentra en calle 2 entre 60 y 61, en cercanías del edificio del Registro Provincial de las Personas.

Según le contó en la tarde de ayer a EL DIA la dueña de ese comercio, Priscila Amarillo (30), el ataque se consumó “a las 4 y media de la mañana” de ayer.

DELATADOS POR LAS CÁMARAS

De acuerdo a las imágenes captadas por cámaras de seguridad existentes en esa cuadra, los responsables de este escruche fueron tres y actuaron a cara descubierta.

“Por lo que se observa en la filmación, estos chicos parecen tener entre 20 y 25 años”, estimó la víctima del ilícito.

“BUSCABAN PLATA”

La joven comerciante mencionó luego que “llegué a las 10 de la mañana (de ayer) y me encontré primero con la puerta de reja del frente que estaba dañada y le faltaba el candado con el que la venía cerrando al irme”.

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No fue la única maniobra de vandalismo a la que recurrieron los ladrones para poder acceder al interior del taller.

“Además -continuó Priscila- (los delincuentes) le sacaron dos vidrios pequeños a la puerta de entrada, que en la práctica eran ventanitas por las que nos podíamos comunicar desde adentro”.

Consultada acerca de las pertenencias que le sustrajeron, detalló que “se llevaron una mesa de calcados, una valijita con bordados, una máquina engrampadora, un parlante y una pava eléctrica”.

Agregó que “inclusive robaron cuatro gorritas con visera, una de las cuales uno de los ladrones se la llevó puesta, por lo que vimos en el video grabado por las cámaras”.

Pero el perjuicio económico para Priscila bien pudo haber resultado mayor aún y explicó el motivo.

“También bajaron de una estantería a unas máquinas de coser, aunque llamativamente no se las llevaron”, consignó.

Conjeturó al respecto que “posiblemente hayan escuchado algún ruido extraño que los preocupó o algún cómplice que pudo haber quedado afuera a lo mejor les advirtió de la presencia de alguien que estaba por pasar por acá”.

Otra cuestión enigmática que arrojó este escruche, lo constituyó la sorpresiva presencia de una vaina dentro del taller.

En tal sentido, la titular de este taller de bordados planteó dos interrogantes.

“Puede ser que se les haya caído sin que se dieran cuenta o bien que se les haya olvidado levantarla para llevársela”, puntualizó.

Después refirió que los autores del robo “escaparon a pie por calle 2 hacia la avenida 60”, al tiempo que señaló: “vinieron con mochilas en las que guardaron lo sustraído”.

Asimismo, Priscila aludió a que comanda este taller de bordados “desde abril pasado”.

A su vez, dejó en claro que “acá no vendemos al público mercadería, sino que junto a otras profesoras damos clases particulares sobre bordados, lencería, crochet y collage”.

Pese a que investigadores de la comisaría novena tienen identificados a los hampones, por el momento siguen prófugos.