Córdoba: con promedios ejemplares, hermanas trillizas se convirtieron en abanderadas de su colegio
Valentina, Josefina y Milagros son las más pequeñas de cinco hermanos y estudian en el Ipem 183. Las adolescentes sueñan en un futuro con seguir estudiando distintas carreras universitarias.
Fueron noticia en La Voz cuando nacieron en 2007 y lo son ahora a sus 16 años. Valentina, Josefina y Milagros Daniele son hermanas trillizas y, con promedios que no bajan de 9, este jueves se convirtieron en abanderadas en el Ipem 183 “Pedro B. Palacios”, de barrio Congreso en Córdoba Capital.
Valentina será la abanderada, con el mejor promedio de su curso, 9.3; Josefina, primera escolta con notas de 9.1 ; y Milagros, segunda escolta con puros 9.
Las adolescentes hacen todo juntas y el estudio no es la excepción. Se apoyan mutuamente en la vida y en las materias. Las tres van al mismo curso. Pese a su parentesco, su madre Nancy afirma que son muy diferentes, cada una con una personalidad única.
“Se llevan muy bien en el curso, son amigas de todo el mundo, se juntan con sus compañeros en la casa. Les encanta leer, siempre que puedo les compro un libro nuevo. Son muy tranquilas, aun no salen a boliches y solo una de ellas tiene redes sociales, no les llama mucho la atención”, comentó la mamá.
Las trillizas son las menores de ocho hermanos. Todos menos uno de ellos fueron abanderados y se encuentran finalizando sus estudios superiores. El 2024 será el último año que las trillizas cursarán juntas ya que planean estudiar carreras universitarias diferentes. Valentina quiere ser abogada o economista; Josefina, médica o psicóloga; y Milagros, está decidida en convertirse en contadora.
Un orgullo de familia
“Todos mis hijos algo están haciendo, la mayoría está terminando su carrera universitaria y trabaja. Nunca se les dijo a las chicos de hacer la tarea, ellas saben que su deber a esa edad es el estudio y divertirse”, remarcó la madre.
Las trillizas además de ser muy buenas alumnas también son hijas ejemplares: ayudan en la casa cuando su madre trabaja hasta tarde en su peluquería en barrio Santa Isabel, barrio del sur de la ciudad de Córdoba.
“Por ahí pelean, como todos los hermanos, pero cada una tiene sus opiniones diferentes y eso está bueno, tienen una mirada diferente de la vida”, explicó su madre.
Nanci rescata que el incentivo del estudio es de familia. Ella comentó que siempre se profesionalizó con la peluquería y su esposo en la mecánica, ambos les transmitieron a sus hijos el valor del esfuerzo y el aprendizaje.
