Plebiscito en Chile: ganó el rechazo a una nueva Constitución y se cierra la posibilidad de reforma

Los ciudadanos del país trasandino decidieron continuar con la carta magna, escrita durante la dictadura de Pinochet. "El país se polarizó y dividió", dijo Gabriel Boric tras conocerse el resultado. El Gobierno anunció que se cierra definitivamente el proceso de reforma constitucional.

La Constitución de 1980, escrita bajo la dictadura de Augusto Pinochet, y reformada durante la transición a la democracia, seguirá siendo la norma fundamental que regirá a Chile. Así lo ratificó la ciudadanía este domingo durante el Plebiscito Constitucional 2023.

El país trasandino se sometió a votación para decidir si se aprobaba o rechazaba el proyecto de la nueva Constitución escrita en su mayoría por partidos de derecha.

Con un 99% de las mesas escrutadas, el “en contra” se impuso con un 55,7% de los votos ante la opción “a favor”, que llegó a 44,2%. El resultado puso fin a un proceso de cuatro años que surgió en Chile a partir del estallido social de octubre de 2019, que sumó nueve elecciones durante aquel período, y que terminó con dos propuestas elaboradas por los extremos políticos y rechazadas de manera contundente.

“Durante nuestro mandato se cierra nuestro proceso constitucional”, señaló Boric tras la publicación de los resultados. “El país se polarizó y dividió. La política ha quedado en deuda con Chile”, indicó el gobernante desde el Palacio de La Moneda.

Pese a la obligatoriedad del voto, la participación de los chilenos fue menor a la del plebiscito del año pasado, lo que se reflejó en el flujo de personas que concurrieron a los centros de votación y en la numerosa cantidad de gente que acudió a las comisarías dispuestas para concretar el trámite. Según Carabineros de Chile, más de 340.000 personas solicitaron excusarse para no sufragar, cifra que triplica las presentadas en el proceso anterior de septiembre de 2022.


Plebiscito Constitucional en Chile: la opinión de los principales líderes políticos


Otras figuras políticas se acercaron a votar en sus respectivas mesas, incluyendo los expresidentes Michelle Bachelet, Ricardo Lagos y Sebastián Piñera, además del líder de ultraderecha José Antonio Kast.

Bachelet, que se ha manifestado “en contra” del borrador de nueva Constitución, afirmó hoy que prefería “algo malo que algo pésimo”.

Lagos, que también es de centroizquierda y se opone al nuevo texto, dijo que esperaba «que se cierre la discusión constitucional con un resultado claro” y que Chile salga de la votación «más fuerte, más integrado”.

El conservador Piñera, que está a favor, dijo al votar que Chile necesitaba «estabilidad y unidad”.

“Yo estoy seguro de que una de las dos opciones, y ustedes saben cuál es, cierra mejor el proceso y nos da mejores herramientas y oportunidades para empezar a derrotar a la delincuencia y la violencia que están desatadas en nuestro país”, dijo Piñera.

Kast, líder del Partido Republicano, responsable de la mayor parte de la redacción del texto, dijo tras votar que esperaba que “sean muchas las personas que emitan su sufragio y que prime la paz, la cordura, la libertad y que gane el sentido común”.


Plebiscito Constitucional en Chile: qué promovía el texto rechazado


Chile se rige por la Constitución pinochetista de 1980, que tuvo una importante reforma en 2005 durante el Gobierno de Ricardo Lagos (2000-2006) pero que fue el centro de los reclamos ciudadanos en el estallido social de octubre de 2019.

Esto derivó en un primer proceso constitucional, redactado en su mayoría por convencionales de izquierda e independientes, que finalmente fue rechazado por el 61% de los chilenos en un plebiscito el 4 de septiembre de 2022.

Aquella votación constituyó un gran revés para Boric, uno de los principales impulsores de la fallida versión constitucional.

El nuevo borrador de carta magna contenía 182 páginas, 17 capítulos, 216 artículos y 62 disposiciones transitorias que se redactaron en cinco meses de trabajo. El texto no estuvo exento de polémica.

Los sectores progresistas del país decían que significaba un “retroceso” en materia de derechos, principalmente por el riesgo que corre la ley de aborto en tres causales, mientras que la derecha la definió como la “Constitución de la seguridad”.

El borrador constitucional contemplaba un retiro del pago de contribuciones a la primera vivienda, la libertad de elección de salud y el derecho preferente de los padres a elegir la educación de sus hijos.

La libre elección en materia de salud daba rango constitucional a las prestaciones de salud privada de Chile, algo muy criticado por el oficialismo debido a los altos costos del sistema.

Además, el nuevo texto proponía reducir la cantidad de diputados de 155 a 138 y establecía que los partidos políticos necesitaban superar un umbral del 5% de los votos para poder entrar en el Congreso.

Con información de Télam


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