
Estatua paseandera
Hay distintas formas en que una pieza ingresa al patrimonio de un museo o de un centro cultural público: por compra, donación o préstamo.
El 27 de octubre de 2020, en plena pandemia, el anterior presidente, Alberto Fernández, dio la bienvenida al emplazamiento, en el CCK, de la estatua de Néstor Kirchner, en coincidencia con el décimo aniversario de su muerte. Provenía de la sede de la Unasur, en Ecuador, donde ya no la querían.
La flamante directora del remozado edificio que fuera sede durante tantas décadas del Correo Central, Valeria Ambrosio, sorprendió al afirmar en declaraciones radiales que “la estatua se la llevó Cristina, nadie la sacó”. Si esto fuera así, tanto ella como la exvicepresidenta estarían en falta. La primera, por aceptar que se sustraiga algo que de hecho pertenece al CCK; la segunda, por considerar a una representación escultórica de su finado marido como si fuera de su pertenencia.
Matías Capeluto, director de Casa Patria Presidente Néstor Kirchner, afirma que la Unasur resolvió trasladarla, aunque sin especificar adónde. Al final se supo que la entronizarán en el polideportivo municipal de Quilmes, distrito camporista, para que las alabanzas hacia ella no decaigan.

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