Un extraño objeto luminoso cruzó el cielo el domingo en el Desierto de atacama, al norte de Chile. El momento fue grabado por mineros que interrumpieron un rato sus labores nocturnas ante el inusual espectáculo.
En las imágenes se aprecia un objeto pasando a gran veolcidad en medio de la noche. La bola tiene un contorno amarillo que podría corresponder a fuego, debido al impacto con la atmósfera terrestre. Después de titilar unos segundos, el objeto finalmente se desvanece.
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El video fue grabado por trabajadores de la mina de cobre Spence, ubicada a 162 kilómetros al noreste de Antofagasta y pronto se hizo viral en el vecino país. Al mismo tiempo, empezaron a surgir distintas teorías sobre el origen del fenómeno.
César Fuentes, astrónomo y académico de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile, contó al diario Las Últimas Nioticias que “lo más probable es que sea un meteoro, una roca que se calienta en la superficie de la atmósfera. Empieza acelerándose y esa energía se va perdiendo, calienta el objeto, lo vuelve incandescente y, por lo tanto, brilla”.

Según el especialista, en este caso el objeto “cae en la categoría de bola de fuego, que dura más tiempo y es más grande, corresponde a un objeto de mayor tamaño que esos que típicamente duran sólo unos segundos”.
Según el astrónomo José Maza, el fenómeno “parte como un meteorito y al final podría trattarse de un avión”. En su opinión, podría formar parte de las Gemínidas, la lluvia de meteoros cuyo cuerpo progenitor es el asteroide Faetón. Esta lluvia está ocurriendo entre el 7 y el 17 de diciembre, con un pico entre el 14 y 15 de este mes.
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Por su parte, Fuentes, que es doctor en Astrofísica graduado en Harvard, descarta que este objeto sea basura espacial, debido a la brillantez, y aseveró que “lo más probable es que sea un fenómeno natural, una roquita que cayó”.
El científico agregó que no es extraño que se puedan observar estos fenómenos en lugares tan despoblados como el entorno de la mina. “En el desierto y en estos lugares alejados de la luminosidad de las ciudades, uno puede observar estos fenómenos de manera más fácil, porque hay una distribución de tamaños”, sostuvo.