Una joven madre que trabaja de forma independiente en el microcentro salteño denunció públicamente a través de este medio un insólito hecho que le tocó vivir tres semanas atrás y que la mantiene en vilo, al entender la mujer que su hija con retraso madurativo se encuentra en riesgo por la conducta de un chofer de una empresa privada, dedicada al transporte de niños y niñas especiales.
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Una joven madre que trabaja de forma independiente en el microcentro salteño denunció públicamente a través de este medio un insólito hecho que le tocó vivir tres semanas atrás y que la mantiene en vilo, al entender la mujer que su hija con retraso madurativo se encuentra en riesgo por la conducta de un chofer de una empresa privada, dedicada al transporte de niños y niñas especiales.
La joven mamá cuya identidad reservamos por los derechos protegidos de su hija de 17 años, quien padece un retraso madurativo leve que, según la madre, la hace comportarse como una niña de 10 u 11 años, asegura que su hija después de los hechos denunciados necesita terapia y ella -en particular- la seguridad que el sujeto de marras ya no la acose sexualmente o de cualquier otra forma.
La mamá, quien trabaja en dos turnos, dejaba al cuidado de una empresa privada -que hace el transporte de niñas y niños especiales hacia una entidad dedicada a brindar educación especial- el traslado de su hija.
En su denuncia relata que descubrió chats calientes entre su hija y este chofer, quien además la incitaba a salir del colegio para encontrarse con él en las inmediaciones.
La madre relató que tiene en su poder los chats donde el sujeto le pedía fotos íntimas y otras cosas que no desea hacer públicas.
Relató, además, que al enterarse de los hechos habló con los directivos de la institución y con el propietario de los vehículos de transporte de niños especiales, recibiendo una respuesta aceptable, ya que el sujeto, de 23 años, con domicilio en barrio Solidaridad fue despedido.
"Ese joven había llevado y traído a mi hija solo en dos oportunidades y lo que leí en los chats verdaderamente me alarmó, fue providencial que le revisara el teléfono porque el sujeto ya estaba planeando sacarla del colegio para llevarla a algún sitio", dijo a nuestro medio.
La mujer relató que su niña, a pesar de la edad biológica, es muy infantil, y pocas veces sale de la casa. Solo lo hacía conmigo o con el transporte de chicos especiales, en quien confiaba ciegamente hasta hace unos días, dijo amargada por la experiencia que tuvo que pasar incluso con revisión de la menor por parte de un médico legal.
La fiscalía en la que recayó la denuncia se comportó muy bien en un principio, ya que citó una serie de medidas cautelares como la prohibición de acercamiento y una perimetral de 300 metros para mi hija y nuestro domicilio.
Luego la mujer dijo que desea hacer público el asunto porque necesita saber que este sujeto, que ahora trabaja de remisero, sea sancionado o se le impida transportar personas o niños.
"Lamentablemente, lo vieron cerca de nuestro domicilio y del colegio donde asiste mi hija y eso me dio temor.
Entiendo que la cosa no llegó a mayores, como dijo el médico que nos atendió, pero no es por mi hija solamente, sino por todos los pasajeros o pasajeras que pudieran caer en su automóvil.
Esto nos pasó a nosotros ahora, y ese joven chofer apenas había llevado y traído a mi hija dos veces, no sé qué habría pasado si no revisaba los chats de mi hija aquella noche.
Debe haber una sanción disciplinaria para esta gente, en el sentido del transporte de personas".