A casi dos años de haber sido anunciado, inauguraron en el paraje El Ceibal, departamento La Candelaria, el primer corral comunitario de la provincia. Pequeños productores ganaderos, de manera gratuita, dispondrán de las instalaciones para llevar a cabo diversas funciones, entre ellas el control sanitario, mejorar la calidad de su ganado a través de la inseminación artificial y, en caso de remate, optar por los mejores precios para la venta de su ganado.
inicia sesión o regístrate.
A casi dos años de haber sido anunciado, inauguraron en el paraje El Ceibal, departamento La Candelaria, el primer corral comunitario de la provincia. Pequeños productores ganaderos, de manera gratuita, dispondrán de las instalaciones para llevar a cabo diversas funciones, entre ellas el control sanitario, mejorar la calidad de su ganado a través de la inseminación artificial y, en caso de remate, optar por los mejores precios para la venta de su ganado.
El corral comunitario está emplazado en un predio de unos tres mil metros cuadrados y se desarrolló en el marco del Programa Nacional para la Promoción de la Ganadería Bovina en Zonas Áridas y Semiáridas.
Julio Romano, intendente (saliente) impulsor del proyecto, explicó a El Tribuno algunos de sus principales alcances. "Para la concreción de este proyecto se destinaron fondos no reintegrables desde el Ministerio de Agricultura de la Nación. La Provincia firmó los convenios necesarios y La Candelaria fue el lugar elegido para llevar adelante el modelo, que es único en todo el territorio provincial. Es muy importante para nosotros tener estas instalaciones para los pequeños ganaderos", destacó Romano.
Recordó: "Esta idea fue planteada a Milagros Patrón Costas, secretaria de Asuntos Agrarios, y a Ignacio Chavarría, director de Ganadería, a quienes les trasmitimos la necesidad de construir estos corrales comunitarios que realmente nos hacían falta. Los pequeños ganaderos podrán realizar la sanidad de sus animales y otras actividades ganaderas".
Ejemplificó: "Muchas veces los pequeños ganaderos no tenían un medio de movilidad para transportar el ganado y no les quedaba otra que llevarlos a caballo hasta el matadero a una distancia de más de cuatro kilómetros; en cambio, a partir de ahora y con la cercanía del corral, simplemente los traen acá, realizan los controles correspondientes, se desocupan y cada uno se va a su casa".
En cuanto a los remates, Romano reconoció: "Sabemos que es mucho más difícil vender tres animales que vender cien, entonces, todos esos ganaderos que tengan cinco, diez o un par de vacas, terneros o novillos, la idea es que los vendan en el corral. También queremos gestionar con la Provincia que los compradores puedan disponer de los fondos con un plazo para devolverlos y pagando de contado al pequeño productor".
Para completar el proyecto, en la gestión del intendente Julio Romano, años atrás, iniciaron el proyecto de inseminación artificial. "Desde hace bastante tiempo que venimos trabajando con la inseminación artificial y muchos productores han empezado a cambiar la genética para estar a la altura de las circunstancias, ya que no tiene sentido tener doscientas vacas criollas que no tengan genética, por lo tanto, es mucho mejor tener cien vacas con genética que doscientas criollas. De la misma manera hemos implementado el tema de las pasturas y a través del Ministerio de Producción se ha entregado alfa para la gente y hay varios productores que han empezado con el picado del maíz y de sorgo", señaló.
Romano expresó su agradecimiento "a todos lo que hicieron posible este proyecto, en especial al personal del Ministerio de la Producción, a Nacho Chavarría, que nos ha dado una mano muy grande e intervino con Nación para que esos fondos puedan llegar y que estén invertidos acá. También un agradecimiento especial al gobernador Gustavo Sáenz, al ministro Martín de los Ríos y a la secretaria Milagro Patrón Costas por su enorme colaboración".
Las características
Emplazado en un lote de tres mil hectáreas, las instalaciones cuentan con un total de seis corrales y tiene dos sistemas de recibimiento de animales, uno para caballos y otro, a través del cargadero de piedras, donde ingresan con el camión o el tráiler.
Posee un sistema de mangas de más de seis metros de ancho. Una vez que atraviesan la manga, ingresan a un embudo donde trabajan el veterinario y los operarios, ya sea en la sanidad o en la inseminación artificial. El resto de los cuatro corrales restantes son usados para separar los animales de acuerdo a la categoría: vacas, terneros, novillos y toros.
"Esto nos cambia la vida"
Diego Lucena, un pequeño productor de la zona, aseguró a El Tribuno que el corral comunitario les cambiará la vida en cuanto a la actividad económica que desarrollan.
"Para nosotros, los pequeños productores, este nuevo corral comunitario es algo muy bueno y muy importante, porque tenemos un lugar más cerca, equidistante a todos, mientras que antes teníamos la única opción del matadero, donde teníamos que recorrer varios kilómetros con los animales a cuestas", recordó.
Recalcó que, "por fortuna, ya tenemos una instalación bien adecuada en la que podremos hacer los controles de los animales, vacunarlos, inseminarlos. En definitiva, estos corrales nos facilitan muchas actividades y nos cambian la vida para bien en nuestra actividad que es el sustento de nuestras familias".