La llegada de Javier Milei al poder no traerá solo cambios económicos como prometió, sino también sociales. Así lo adelantaron desde su séquito de aliados y legisladores electos, que desde el 10 de diciembre ocuparán bancas en el Congreso de la Nación. Así, pese a que es legal desde 2020, los libertarios quieren tratar como “prioridad” la derogación de la Ley de aborto gratuito en la Argentina.
Así lo expresó el diputado nacional electo, Bertie Benegas Lynch, economista y uno de los principales laderos del flamante presidente electo. “Si Massa era presidente, yo tenía una larga lista de derogación de leyes. Pero con Milei en el Poder Ejecutivo, ahora tenemos que hacer foco en todas las reformas que debemos realizar”, dijo para luego completar: “Igual, no desatiendo algunos aspectos para tratar, una larga lista como la ley de Góndolas, la Ley de Alquileres… ¿La de aborto? No sé cuándo se puede tratar, pero me parece que la vida es el derecho primario; que tengamos una ley de aborto me parece la salvajada más espantosa”.
TE PUEDE INTERESAR
“Me parece que somos unos salvajes, estamos hablando de las leliqs y la tasa de interés y no creemos en la vida… Sí, por supuesto, yo la derogaría. De los debates que existen, los argumentos de los pañuelos verdes me parecen de los más pobres”, sostuvo en diálogo con Radio Continental.
En ese plano, añadió: “Me he puesto en los zapatos de ellos para contraargumentar, que el cuerpo de la madre y el derecho del cuerpo… Por supuesto que la madre tiene el derecho a su cuerpo, pero es la vida de otro… La madre no tiene 20 dedos de la mano, hay otros 10 dedos que son de otra persona, con un ADN distinto y con derechos iguales al de la madre”.
¿Vuelven a la calle los pañuelos verdes?
Como señaló INFOCIELO, se realizaban entre 460.000 y 600.000 abortos al año según el Ministerio de Salud, pero quedaban en manos de la clandestinidad, de técnicas inseguras y profesionales de la salud que jugaban con la necesidad y el dinero de las mujeres en las sombras de la ilegalidad. Durante 134 años, autonomía era una palabra prohibida en el vocabulario de las mujeres.
Por primera vez en la historia del país, en 2018, se trató en el Congreso Nacional el proyecto de Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE). Este tuvo aprobación en la Cámara de Diputados, pero no en la Cámara de Senadores.
Aunque este derecho es reclamado históricamente por los feminismos, durante ese año el debate se proliferó de tal manera que no solo se trató de una cuestión jurídica, sino que se instaló públicamente en prácticamente todos los sectores de la sociedad. En los hogares, escuelas, ámbitos laborales y en los medios de comunicación el aborto legal era un tema imposible de escapar. Las discusiones giraban en torno a la moralidad, los valores religiosos, la concepción, el inicio de la vida, costos económicos del Estado, factores constitucionales y la salud de las mujeres, entre otros.
Desde aquel momento, se generó una polarización de pañuelos verdes y celestes que dividió a la sociedad argentina. En 2018, quienes se manifestaban a favor de “las dos vidas” se retiraron victoriosos por la negación de aquel derecho. Las feministas insistieron, lucharon y no abandonaron las calles. Tuvieron que esperar dos años más para que en 2020 el proyecto se presentara nuevamente y sea ley. Miles de mujeres frente al Congreso se fundieron en un abrazo sororo, convirtiéndose en uno de los movimientos sociales y políticos más importantes de la historia nacional.
De acuerdo a Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires, el 98% de los municipios bonaerenses cumplen con la normativa, contando con 539 establecimientos distribuidos en 132 distritos. Desde marzo de 2020 a diciembre de 2022 se registraron más de 72 mil situaciones de aborto. Del total recabado, el 95% corresponden a interrupciones voluntarias y legales.
TE PUEDE INTERESAR