La aplicación en las últimas horas por parte del Gobierno nacional del programa federal "Ciudades Seguras" para San Ramón de Orán trajo cierto alivio a la población del norte de la provincia, que se manifestó conforme con el evidente incremento de los patrullajes y los controles policiales en diversos puntos de la ciudad, pero al mismo tiempo dejó ver una manifiesta preocupación de los pobladores por lo que podría ser una medida "puramente electoralista", según manifestaron.
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La aplicación en las últimas horas por parte del Gobierno nacional del programa federal "Ciudades Seguras" para San Ramón de Orán trajo cierto alivio a la población del norte de la provincia, que se manifestó conforme con el evidente incremento de los patrullajes y los controles policiales en diversos puntos de la ciudad, pero al mismo tiempo dejó ver una manifiesta preocupación de los pobladores por lo que podría ser una medida "puramente electoralista", según manifestaron.
Ante el resonante caso de la captura de Cristian "Gringo" Palavecino, un líder mafioso acusado de encabezar una banda dedicada a los asesinatos por encargo y a violentos robos con armas de fuego, la preocupación se instaló en la ciudad cabecera del departamento. Es que junto a la captura de Palavecino se develaron imágenes, audios y videos sobre el seguimiento de la banda a objetivos empresariales y también a fiscales y funcionarios de seguridad.
Ante esta situación, la conformación de una unidad especial de fiscales y la llegada a Orán de efectivos del Grupo de Operaciones Especiales de la Policía fueron los sucesos que en las últimas horas impactaron en la vida cotidiana de los vecinos oranenses, mientras se espera que se concreten los anuncios del Gobierno nacional sobre el programa "Ciudades Seguras".
Patrullajes
Ya en la jornada de ayer, horas después de las medidas anunciadas, los vecinos de Orán se vieron sorprendidos por la notable presencia de personal policial en las calles y en los lugares de la periferia urbana, donde aplicaron procedimiento preventivos.
Pese a la fuerte presencia policial, los pobladores no podían ocultar cierta angustia por lo que pueda pasar en materia de seguridad con el correr de los días. Muchos vecinos consultados por El Tribuno que viven en la ciudad y que sufren la inseguridad día a día desconfían de que esta medida sea únicamente parte de la campaña de cara las próximas elecciones.
Alejandro, un remisero que trabaja en la zona de la terminal , expresó: "Espero que se queden. Que el personal policial se quede algunos meses. Hace un tiempo dejé de trabajar a la noche o no tomo viajes a barrios inseguros porque ya me asaltaron dos veces", expresó al ser consultado por este medio.
La preocupación le llega también al sector de los comerciantes: Claudia, quien tiene una tienda de artículos de moda, se mostró algo resignada: "Siempre es lo mismo; recuerdo que el reclamo por más seguridad lleva más de 10 años, incluso hasta marcha hicimos pidiendo al Gobierno provincial y nacional. Sin embargo ¿ahora se enteran de la inseguridad en la que vivimos? Me parece que siempre llegan tarde con las repuestas", expresó.
Ana, otra vendedora, aseguró que "estamos tan acostumbrados a que traigan móviles, policías, ambulancias, pero cuando baja la espuma se llevan llevan todo entre gallos y medianoche".
Algo más entusiasmado se mostró Roberto, un jubilado: "Estoy contento; me siento seguro. Saber que puedo salir a la calle y veo a un policía me da algo de seguridad. Mi familia no me deja salir solo a ningún lado por miedo a los robos y asaltos. Ahora espero que esto mejore para poder caminar con libertad".
"Por fin Nación mira al norte"
En la misma sintonía se expresó Andrés, chofer de un camión: "Estoy contento. Por fin Nación mira al norte; hace años sufrimos de inseguridad, cada vez estamos peor, ojalá esta decisión nos ayude a vivir más tranquilos".
Los jóvenes también dieron su opinión ante la consulta. Valentina, alumna de un colegio, recordó que "me robaron dos veces el celular camino al colegio. Espero que de ahora en más la Policía esté presente y se quede hasta después de las elecciones".
Rafael un docente del mismo colegio reflexionó que "la inseguridad es un problema histórico. Las drogas ganaron terreno, muchos policías corruptos, la Justicia que mira para otro lado. No se soluciona con 100 policías. Es un montaje para calmar las aguas antes de las elecciones".
