La histórica sequía que duró tres años hizo desplomar el rinde de los cultivos. La magra cosecha no perjudicó solo a los productores, sino a todo el país porque ingresaron miles de millones de dólares menos en concepto de exportaciones. Ahora, las condiciones climáticas están cambiando por lo que la balanza podría inclinarse hacia el otro lado. ¿Qué dicen los expertos?
La Estación Experimental Agropecuaria de Pergamino del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) elaboró un informe en el que estima cómo le irá al sector agropecuario en la campaña 2023/2024. La publicación dirigida por Silvina Cabrini analiza las principales actividades de su distrito: trigo y soja de segunda (siembra tardía), soja de primera y maíz. Para calcular los márgenes brutos de ganancia consideraron tres escenarios de rendimiento (alto, medio y bajo), la tenencia de la tierra (si es alquilada o no), los precios de los insumos y los gastos de comercialización.
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Las lluvias extraordinarias de mayo dejaron suelos saturados y miles de hectáreas de soja de segunda sin recolectar en distritos como Pergamino y Chacabuco. La siembra de trigo también está en riesgo por la falta de piso y el acortamiento de la ventana óptima.
Los resultados del análisis muestra escenarios positivos para los productores en todos los casos salvo una excepción: aquellos que arriendan las tierras deberán obtener rindes altos para tener márgenes brutos de ganancia positivos. Y, en algunos casos, ni siquiera en ese escenario cosecharían utilidades.
De acuerdo al informe técnico, ese sería el caso del maíz. En este cultivo los márgenes brutos de ganancia son del 28% (rinde bajo), del 50% (rinde medio) y del 78% (rinde alto) para aquellos productores dueños de sus tierras. Sin embargo, para el caso de los campos alquilados los márgenes de ganancia brutos oscilaría entre el -22 por ciento y el 0,4%.
Las dificultades adicionales que enfrentan los productores agropecuarios que alquilan no son una novedad. De hecho, en junio de este año, la provincia de Buenos Aires creó un programa de Recuperación Productiva para Arrendatarios Bonaerenses. El objetivo fue darles aportes no reintegrables a aquellos arrendatarios incluidos en las zonas declaradas en emergencia agropecuaria.
Para el caso de la soja de primera, el estudio proyecta un margen bruto de ganancia de 461 dólares por hectárea (al tipo de cambio oficial). En el caso del maíz sería de 371 dólares por hectárea y en el de la soja de segunda y el trigo sería de 527 USD/ha. Estos números que muestra el gráfico de más arriba corresponden a un promedio para aquellos productores propietarios de las tierras sembradas.
El informe del INTA Pergamino completo
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