Leanne Passey, un joven británica de 32 años, se encontraba cuidando a su hija de 5, Reign Passey, cuando se dio cuenta que el sarpullido provocado por la varicela tenía un aspecto inusual.
Por esta razón, la mujer llevó a la nena a la guardia del hospital más cercano, en donde tuvieron que operarla de urgencia durante cuatro horas. Gracias al detalle que advirtió, le salvó la vida: “Es horrendo: nunca esperas que te pase hasta que sucede”, expresó a The Sun.
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En julio del año pasado, Reign contrajo varicela y si bien al principio parecía todo normal, todo comenzó a cambiar con el pasar de los días, ya que tuvo fiebre y poca energía. Luego, descubrió que tenía una enorme mancha roja en la zona de las costillas y decidió consultar con su médico de cabecera.
Después de revisarla, le dijo que la llevara a una guardia porque tenían que operarla de manera urgente: “Pasé de tener una nena con varicela a que necesite una cirugía importante. Estaba gritando y pensé que existía la posibilidad de que muriera”, contó Leanne.
Una vez en el hospital infantil, la nena pasó cuatro horas en el quirófano, donde le extirparon la zona de la piel que estaba afectada. Allí, le diagnosticaron estreptococo A, una infección que se desarrolla generalmente cuando los chicos tienen varicela y se torna más grave.
Luego, Reign tuvo que ser inducida a un estado de coma para poder controlar el dolor. “Tuvieron que dejar su herida abierta debido a lo rápido que se propagaba”, aclaró su madre. Gracias a los medicamentos y los cuidados que recibió en la unidad de terapia intensiva, la nena se recuperó.
“Está prácticamente curada, obviamente tiene algunos efectos a largo plazo, por los cuales tendremos que volver a consultar a los médicos”, expresó la mujer.
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En Reino Unido, la vacuna contra la varicela no está incluida en el calendario nacional de inmunización infantil. Por esta razón, actualmente, el Departamento de Salud y Asistencia Social británico se encuentra en discusión para sumar la aplicación como medida obligatoria en los niños entre 12 y 18 meses de edad.
Leanne afirmó que si no hubiese sido por la herida en la piel de su hija, ella no estaría viva hoy. “Si esta vacuna pudiera salvar vidas, entonces la apoyo plenamente”, concluyó.
