Quesos duros, semiduros y blandos. Cuáles son las principales diferencias
La Serenísima estuvo presente en la feria gastronómica Bocas Abiertas con “La Quesería”, presentando la variedad y calidad de quesos
El queso es la garantía de placer y disfrute que acompaña en todos los buenos momentos, ya sea en reuniones familiares, encuentros con amigos, acompañado de un buen vino en una cena romántica en pareja o como el compañero perfecto para disfrutar mientras se ve un emocionante partido de fútbol.
Es por eso que La Serenísima, una marca reconocida y líder en productos lácteos, no quiso perderse la oportunidad de participar en la feria gastronómica Bocas Abiertas. Presentaron su destacado stand “La Quesería”, que no solo mostró una amplia variedad de quesos, sino que también brindó a los asistentes la oportunidad de explorar la historia y la pasión detrás de cada uno de sus productos lácteos.
Matías Iocco, el experto quesero, estuvo presente en el stand dando charlas sobre la producción y procesos de maduración de los distintos quesos para todo el público gourmet, foodies y amantes del buen comer.
Diferencia entre quesos duros, semiduros y blandos
La diferencia entre quesos duros, semiduros y blandos radica en el contenido de humedad y su período de maduración. Los quesos blandos tienen un período de maduración más corto que los quesos duros, lo que les da una textura suave y cremosa. Los quesos duros pueden llegar a madurar durante tres meses a un año, como es el caso del queso Parmesano de La Serenísima, desarrollando una textura más firme y un sabor más intenso.
“El proceso de maduración implica estacionar los quesos en ciertas condiciones de temperatura y humedad durante un cierto período de tiempo para permitir que se produzcan cambios en el color, la textura y el aroma, dependiendo de la composición de los quesos y de los cultivos que se hayan añadido para lograr las características deseadas”, explicó Matías.
Quesos duros, semi duros, blandos y otros más exclusivos compusieron la degustación que La Serenísima ofrecía a todos aquellos que se acercaban a su stand.
El queso Camembert es el queso más exclusivo de la selección. Este queso blando tiene su origen en una pequeña ciudad ubicada en el noroeste de Francia, del mismo nombre. Se caracteriza por ser blanco, suave y con una corteza blanca y aterciopelada. Tiene inoculado hongos que crecen en su superficie y le da una característica particular y mantecosa. A diferencia del queso Brie, el Camembert necesita un mínimo de tres semanas de maduración, mientras que el Bire, este proceso es mucho más corto.


La Serenísima ofrece una amplia variedad de quesos semiduros que se destacan por sus características únicas. Estos quesos son conocidos por su masa elástica y un nivel de humedad moderado, lo que les confiere una textura que se encuentra en un punto intermedio entre los quesos blandos y los quesos duros, ideales para aquellos que buscan una experiencia de sabor equilibrada.
Algunos de estos quesos semiduros pueden tener notas de sabor suaves y cremosas, mientras que otros pueden presentar sabores más intensos y complejos, lo que los convierte en una elección perfecta para satisfacer a los paladares más exigentes.

El queso Gouda con cáscara amarilla es originario de los Países Bajos. Tiene una textura elástica amarillenta y no posee ojos en su masa. Su sabor es suave y aromático, y para alcanzar su madurez óptima, se requiere un período mínimo de maduración de 60 días. Este queso es muy apreciado por su versatilidad, ya que puede formar parte de las mejores picadas o conformar postres clásicos como el tradicional vigilante acompañando el dulce de membrillo.
Por otro lado, el queso Pategrás con cáscara colorada es el tradicional queso semiduro argentino. Se destaca por su masa consistente, compacta y lisa, con la presencia de ojos en su interior. Para lograr su punto de maduración perfecto, necesita un mínimo de sesenta días de maduración. Este queso tiene un sabor levemente picante que agrega un toque de carácter a las preparaciones culinarias en las que se utiliza. El queso Pategrás es una deliciosa opción tanto para degustar solo como para incorporar en platos tradicionales y modernos de la cocina argentina.

El queso Minifynbo es de origen danés. Se caracteriza por tener una humedad moderada. Su masa tiene un color amarillento y es compacta y firme.



El queso Estilo Campo se inspira en quesos de origen alemán. Este queso es conocido por su suavidad y por la presencia de ojos irregulares en su interior. El estilo y la influencia alemana en su elaboración le confieren un sabor y una textura únicos que son muy apreciados en la gastronomía. Su suavidad y la presencia de pequeños agujeros lo hacen adecuado tanto para ser degustado solo o para formar parte de los más divertidos sandwiches.

Los quesos duros se caracterizan por tener un sabor más intenso y una consistencia firme. Generalmente, presentan una cáscara gruesa de colores característicos de cada variedad y un aroma fuerte y distintivo. Su tiempo de maduración es significativamente mayor que el de los quesos blandos y semiduros. Además, suelen someterse a un proceso de deshidratación para eliminar gran parte de su contenido de humedad, lo que contribuye a su textura firme y compacta.
El queso Sardo es originario de Italia y es conocido por su tradición y sabor distintivos. Para alcanzar su punto óptimo de maduración, se requieren al menos tres meses de cuidadoso proceso. Este queso se destaca por tener un sabor levemente salado y un toque graso, características que lo hacen apreciado en muchas preparaciones culinarias italianas y en el mundo entero. La tradición italiana en la elaboración de quesos como el Sardo ha perdurado a lo largo de los años y continúa deleitando los paladares con su sabor único y versatilidad en la cocina.
El queso Provolone tiene un proceso de maduración de seis meses. Es un queso firme, intenso y picante. Su proceso de envejecimiento le otorga una personalidad única y un carácter robusto que lo hace destacar en la elaboración de sándwiches, platos gratinados y aperitivos. Los quesos duros como el Provolone son apreciados por su capacidad de añadir un toque audaz y sabroso a una variedad de preparaciones culinarias.



La Serenísima no solo trajo sus deliciosos quesos a Bocas Abiertas, sino que también compartió su pasión por la tradición quesera y la calidad de sus productos con todos los presentes, porque el queso no es solo un alimento, es una experiencia gastronómica que enriquece la vida cotidiana.
________________________________________________________
Content LAB es la unidad de generación de ideas y contenidos de LA NACION para las marcas con distribución en sus plataformas digitales y redes sociales. Este contenido fue producido para un anunciante y publicado por el Content LAB. La redacción de LA NACION no estuvo involucrada en la generación de este contenido.