El ministro de Transporte de la Nación, Diego Giuliano, denunció haber sido amenazado a través de llamados a su teléfono personal y, finalmente, se descubrió que los autores estaban relacionas con las alertas por presuntas bombas en los trenes que alteraron la calma en los últimos días.
“Este miércoles, cuando ingresaba a una nota televisiva, recibí amenazas provenientes de un teléfono que luego se supo, era de donde provenían las alertas de bombas a estaciones de trenes y otras instituciones”, dijo Giuliano.
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En diálogo con LADO P, el diputado bonaerense de la UCR-GEN apuntó contra los extremos y respaldó un frente con intendentes radicales.
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En esa línea, señaló que los autores de esos delitos “provocaron demoras y cancelación de servicios ferroviarios afectando a millones de usuarios”.
“La violencia que venimos viviendo en estas elecciones con denuncias de fraude y estas acciones demuestran desesperación y derrota. No es así en democracia”, aseveró.
En esa línea, felicitó “a los hombres y mujeres de las fuerzas de seguridad y de la justicia que pudieron dar con los autores de estos hechos e impidieron que sigan generando terror y miedo en la sociedad a tan pocos dias de las elecciones”.
Como señaló INFOCIELO, la banda que se hace llamas “La mafia del Hentai“ fue detenida con la firme sospecha de que son los autores de la amenaza de bomba contra las estaciones de trenes del Roca y el Sarmiento que causaron molestas demoras esta semana a días del balotaje del domingo 19 de noviembre.
De acuerdo a fuentes policiales estos hombres jóvenes expertos en informática, y con un perfil opositor al gobierno nacional, fueron responsables de más de 30 amenazas que incluyeron a la Casa Rosada y locales partidarios de Unión por la Patria.
Durante la investigación llevada a cabo por expertos en Antiterrorismo y Cibercrimen de la Policía Federal, bajo la supervisión del juez federal Julián Ercolini se descubrió que las amenazas se realizaban mediante varias líneas telefónicas de la compañía Telecentro a las que previamente habían hackeado. Las llamadas procedían de una conexión de telefonía IP (Internet Protocol) más difícil de rastrear.
Los jóvenes aprehendidos se autodenominaban “La mafia del hentai” y sus operaciones las realizaban a través de la deep web, que es la internet oculta en donde el contenido no está indexado por los motores de búsqueda convencionales, debido a factores muchas veces ligados a delitos aberrantes.
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