El vicepresidente segundo Juan Román Riquelme aseguró que las próximas elecciones en Boca Juniors, en las que el oficialismo enfrentará a una oposición liderada por Mauricio Macri, plantean un escenario “muy simple” para los socios: “seguir siendo un club de fútbol o ser utilizados para hacer política”.
En una nota concedida a Radio 10, Riquelme destacó los cuatro años de gestión de la Comisión Directiva actual, deslizó su participación en los comicios de diciembre pero sin confirmar el puesto en la lista y denunció presiones de la justicia hacia su familia en el marco de una causa en la que se investiga múltiple delitos, entre ellos, asociación ilícita y reventa de entradas.
El ídolo xeneize renovó su compromiso de cuidar al club pero evitó revelaciones sobre la fórmula que el oficialismo presentará para competir en las elecciones del 2 de diciembre. “Hasta el martes tenemos tiempo”, contestó al ser consultado por definiciones sobre las candidaturas.
Probablemente Riquelme se presente como presidente o vicepresidente primero para medir fuerzas con la agrupación que postulará a Macri, expresidente de Boca y de la Nación, como segundo de Andrés Ibarra, exministro de su gobierno nacional.
“La gente tiene que ir el 2 de diciembre a disfrutar, que vayan todos, debe ser una gran fiesta. Hay que votar para defender a nuestro club. Estas elecciones van a ser muy simples para los hinchas: ¿Queremos seguir siendo un club de fútbol o ser utilizados para hacer política”, se preguntó.
Riquelme eludió referencias personales sobre sus eventuales adversarios en las urnas e invitó a presentarse a “todos los que tengan el tiempo necesario como socio”, despreocupado por el poder y la influencia política de cada uno. “Todos somos personas con dos brazos, dos piernas, no creo que nadie tenga más poder que nadie”, relativizó al ser interrogado por el regreso de Macri a la vida institucional de Boca.
Sí acepto, en cambio, que la oposición “juega fuerte” y en ese sentido relacionó un episodio vivido por su hermano Cristian Riquelme, investigado por la justicia en una causa por reventa ilegal de entradas y asociación ilícita con miembros de La 12.
“El miércoles pasado viajamos a Brasil y mi hermano, cuando salió de su casa, fue seguido por una camioneta blanca -relató-. A mitad de camino, la camioneta se le atravesó y lo hizo parar. Se asustó mucho porque él fue secuestrado en 2002. Eran policías de civil, sin identificación”.
“Le pido a la señora jueza que no asuste más a mi familia, que sepa que nosotros no molestamos a nadie, somos una familia muy normal. Como dije otras veces, tenemos sólo dos vicios: tomas mate y comer asado”, agregó.
Riquelme hizo referencia sin nombrarla a la titular Unidad Fiscal Especializada en Eventos Masivos del Ministerio Público Fiscal porteño, Celsa Ramírez, quien en agosto pasado pidió el allanamiento del domicilio del Chanchi Riquelme, hermano de Román.
En la misma sintonía, reveló un insólito episodio vivido por un emisario del club Atlético de Madrid, quien había solicitado a Boca entradas para presenciar un partido de la Copa de la Liga. “Le allanaron la casa porque, en una llamada, la señora jueza, escuchó que estaba pidiendo entradas. Buscan cualquier pavada para ensuciar”, denunció.
“Yo no molesto a nadie, lo único que hago es cuidar a mi club, como corresponde. No me meto con lo que hagan los demás ni con lo que digan cuatro o cinco personas. Lo único que me interesa es que el hincha sepa una cosa: el club está de maravillas”, afirmó.
Enseguida, Riquelme enumeró los logros de la gestión actual: “Somos el club que más ganó en estos cuatro años, jugamos todas las finales, venimos de jugar la final de la Copa Libertadores, debutaron 34 chicos en primera división, tenemos 28 millones de dólares a favor en la caja y el año que viene debemos cobrar entre 13 y 14 millones más por las ventas de (Alan) Varela y (Luis) Vázquez”.
El vicepresidente segundo y cabeza del Consejo de Fútbol recordó que el Gobierno anterior de Daniel Angelici, socio político de Macri, “entregó el club con deuda en 2019”, una situación revertida por la Comisión Directiva de Jorge Ameal en un contexto complejo.
“Comenzamos con un año y medio de pandemia, durante ese tiempo no se cobraron los abonos, en los tres años posteriores no hubo adicionales para la Copa Libertadores y perdimos mucho dinero, pero con orgullo podemos decir que trajimos jugadores como (Sergio) Romero, (Luis) Advíncula, (Óscar) Romero, (Edinson) Cavani”, valoró.
“Ayer le mandamos la carta a Palmeiras para comprar a (Miguel) Merentiel. Vamos a poder disfrutar de Merentiel por mucho tiempo”, anunció como una demostración del buen presente económico y financiero de Boca.
“Insisto, el club tiene 28 millones de dólares a favor, está registrado en el balance y el socio lo tiene disponible en la página web. Más claro imposible. Ellos vendían que el club era una maravilla pero lo entregaron con deuda. Son perfeccionistas en ocultar”, apuntó.
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El vicepresidente segundo Juan Román Riquelme aseguró que las próximas elecciones en Boca Juniors, en las que el oficialismo enfrentará a una oposición liderada por Mauricio Macri, plantean un escenario “muy simple” para los socios: “seguir siendo un club de fútbol o ser utilizados para hacer política”.
En una nota concedida a Radio 10, Riquelme destacó los cuatro años de gestión de la Comisión Directiva actual, deslizó su participación en los comicios de diciembre pero sin confirmar el puesto en la lista y denunció presiones de la justicia hacia su familia en el marco de una causa en la que se investiga múltiple delitos, entre ellos, asociación ilícita y reventa de entradas.
El ídolo xeneize renovó su compromiso de cuidar al club pero evitó revelaciones sobre la fórmula que el oficialismo presentará para competir en las elecciones del 2 de diciembre. “Hasta el martes tenemos tiempo”, contestó al ser consultado por definiciones sobre las candidaturas.
Probablemente Riquelme se presente como presidente o vicepresidente primero para medir fuerzas con la agrupación que postulará a Macri, expresidente de Boca y de la Nación, como segundo de Andrés Ibarra, exministro de su gobierno nacional.
“La gente tiene que ir el 2 de diciembre a disfrutar, que vayan todos, debe ser una gran fiesta. Hay que votar para defender a nuestro club. Estas elecciones van a ser muy simples para los hinchas: ¿Queremos seguir siendo un club de fútbol o ser utilizados para hacer política”, se preguntó.
Riquelme eludió referencias personales sobre sus eventuales adversarios en las urnas e invitó a presentarse a “todos los que tengan el tiempo necesario como socio”, despreocupado por el poder y la influencia política de cada uno. “Todos somos personas con dos brazos, dos piernas, no creo que nadie tenga más poder que nadie”, relativizó al ser interrogado por el regreso de Macri a la vida institucional de Boca.
Sí acepto, en cambio, que la oposición “juega fuerte” y en ese sentido relacionó un episodio vivido por su hermano Cristian Riquelme, investigado por la justicia en una causa por reventa ilegal de entradas y asociación ilícita con miembros de La 12.
“El miércoles pasado viajamos a Brasil y mi hermano, cuando salió de su casa, fue seguido por una camioneta blanca -relató-. A mitad de camino, la camioneta se le atravesó y lo hizo parar. Se asustó mucho porque él fue secuestrado en 2002. Eran policías de civil, sin identificación”.
“Le pido a la señora jueza que no asuste más a mi familia, que sepa que nosotros no molestamos a nadie, somos una familia muy normal. Como dije otras veces, tenemos sólo dos vicios: tomas mate y comer asado”, agregó.
Riquelme hizo referencia sin nombrarla a la titular Unidad Fiscal Especializada en Eventos Masivos del Ministerio Público Fiscal porteño, Celsa Ramírez, quien en agosto pasado pidió el allanamiento del domicilio del Chanchi Riquelme, hermano de Román.
En la misma sintonía, reveló un insólito episodio vivido por un emisario del club Atlético de Madrid, quien había solicitado a Boca entradas para presenciar un partido de la Copa de la Liga. “Le allanaron la casa porque, en una llamada, la señora jueza, escuchó que estaba pidiendo entradas. Buscan cualquier pavada para ensuciar”, denunció.
“Yo no molesto a nadie, lo único que hago es cuidar a mi club, como corresponde. No me meto con lo que hagan los demás ni con lo que digan cuatro o cinco personas. Lo único que me interesa es que el hincha sepa una cosa: el club está de maravillas”, afirmó.
Enseguida, Riquelme enumeró los logros de la gestión actual: “Somos el club que más ganó en estos cuatro años, jugamos todas las finales, venimos de jugar la final de la Copa Libertadores, debutaron 34 chicos en primera división, tenemos 28 millones de dólares a favor en la caja y el año que viene debemos cobrar entre 13 y 14 millones más por las ventas de (Alan) Varela y (Luis) Vázquez”.
El vicepresidente segundo y cabeza del Consejo de Fútbol recordó que el Gobierno anterior de Daniel Angelici, socio político de Macri, “entregó el club con deuda en 2019”, una situación revertida por la Comisión Directiva de Jorge Ameal en un contexto complejo.
“Comenzamos con un año y medio de pandemia, durante ese tiempo no se cobraron los abonos, en los tres años posteriores no hubo adicionales para la Copa Libertadores y perdimos mucho dinero, pero con orgullo podemos decir que trajimos jugadores como (Sergio) Romero, (Luis) Advíncula, (Óscar) Romero, (Edinson) Cavani”, valoró.
“Ayer le mandamos la carta a Palmeiras para comprar a (Miguel) Merentiel. Vamos a poder disfrutar de Merentiel por mucho tiempo”, anunció como una demostración del buen presente económico y financiero de Boca.
“Insisto, el club tiene 28 millones de dólares a favor, está registrado en el balance y el socio lo tiene disponible en la página web. Más claro imposible. Ellos vendían que el club era una maravilla pero lo entregaron con deuda. Son perfeccionistas en ocultar”, apuntó.