Con el crecimiento de los videojuegos y, más acá, con los entornos digitales y metaversos, nos empezamos a habituar a los avatares. Estos personajes digitales representan, a veces, al usuario en la virtualidad, pero en otros casos sirven para explicar temas que de otra manera serían más difíciles de comprender.
Por lo general, en su creación interviene gran cantidad de personas de diferentes rubros como ilustradores, diseñadores, modeladores 3D, escultores 3D, animadores y programadores. Esto se debe a que se busca no solo una buena apariencia del personaje, sino también que su funcionalidad sea fluida: las empresas los crean para que sean capaces de solucionar problemas de forma rápida y eficiente.
Un ejemplo reciente es el de John Deere, la compañía dedicada al suministro de equipos agrícolas, de construcción y forestales, que anunció el lanzamiento de Ana: su avatar especializado en tecnología que dará soporte a clientes.
Ana surgió principalmente para incrementar la comunicación de la compañía en temas relacionados al Ecosistema Conectado John Deere, el Centro de Soluciones Conectadas y John Deere Operations Center™. De esta forma, la empresa continúa reforzando su proceso de innovación y trasladando su conversión hacia la digitalización del agro.
Como parte de los primeros pasos de John Deere en el metaverso, Ana será también la primera apuesta para la presencia de la marca en el mundo virtual. Sus propósitos son educar e introducir a públicos relacionados al agro y destacar las ventajas y novedades de la agricultura de precisión y el rol de John Deere dentro de este ecosistema tecnológico.
De esta manera, los avatares empiezan a cumplir una función fundamental en la comunicación con los diferentes públicos de una marca y les facilita el relacionamiento con temáticas específicas que pueden necesitar mayor soporte de información.
