Una dupla de estafadores se alzó con 50 mil dólares en efectivo tras una escruche (robo tras haber forzado el acceso) perpetrado en una vivienda de Casilda. Lo anecdótico es que para tal fin se hicieron pasar por los dueños de casa y contrataron a un cerrajero, al que luego le prometieron que lo íban a recomendar para eventuales contratiempos futuros por su eficiencia en la tarea realizada.
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Una dupla de estafadores se alzó con 50 mil dólares en efectivo tras una escruche (robo tras haber forzado el acceso) perpetrado en una vivienda de Casilda. Lo anecdótico es que para tal fin se hicieron pasar por los dueños de casa y contrataron a un cerrajero, al que luego le prometieron que lo íban a recomendar para eventuales contratiempos futuros por su eficiencia en la tarea realizada.
El atracó ocurrió durante la tar del jueves, a partir de una llamado telefónico del estafador a la cerrajería Nueva Roma para solicitar un trabajo de “emergencia” en una caja fuerte con “papeles importantes”. La voz era de un hombre que se identificó como Cristian, quien adujo que estaba “fuera de la ciudad” y le dijo que en el domicilio ubicado en Tucumán al 2700 lo esperaba “su madre”.
En declaraciones a Radio Casilda, el cerrajero Emiliano admitió que recibió un llamado de forma “insistente” de un número privado y que al atender se encontró con una voz masculina. “Tenía una tonada medio rara, parecía una persona que no fuera oriunda de Santa Fe”, describió.
Según comentó, el timador le reiteró en varias oportunidades que en la caja fuerte había “papeles importantes” y necesitaba abrirla cuanto antes. De hecho, lo llamó dos veces más antes de llegar a la casa en la que, en realidad, vive una persona mayor, quien resultó ser a la postre víctima del atraco.
Al llegar a la vivienda, según relata en su crónica Diario La Capital de Rosario, la cómplice del atraco estaba esperando al cerrajero en la puerta, pero antes de dejarlo ingresar le preguntó cuál era su nombre, dato que le había indicado el mismo estafador a modo de perpetrar el engaño al milímetro.
Según señaló, la caja se encontraba en la cochera y el joven no tardó más de cinco minutos a destrabar el seguro, mientras que la mujer ya había acordado previamente el dinero por la tarea realizada, según comentó.
No obstante, una vez capturado el botín, el estafador volvió a contactar a Emiliano y le agradeció su ayuda y hasta le dijo que iba a tener su número agendado por futuras emergencias.
Sin embargo, el cerrajero tuvo que pasar por la comisaría para brindar declaraciones de lo ocurrido y ahí cayó en cuenta de que había caído en la trampa de una dupla de estafadores, quienes están prófugos.
Fuente Diario La Capital de Rosario