Asfixiados con una almohada: terror y robo a un matrimonio de La Loma

Un hombre de 64 años y su esposa sufrieron quizá, el peor momento de su vida a raíz de un salvaje y dramático episodio de inseguridad mientras se encontraban descansando en su vivienda del barrio La Loma. Es que según lo revelado ayer a la tarde a EL DIA por Walter Maes, uno de los damnificados, en la vereda de su casa ubicada en 28 entre 44 y 45, fueron “torturados” por los delincuentes.

“Mirábamos un programa de televisión hasta las 23.30 (del viernes) y a las 0.30 ya teníamos a dos delincuentes en la habitación despertándonos”, contó.

Sobre ese horrible momento, el damnificado recordó angustiado: “Encendieron las luces y enseguida nos taparon la cara poniéndonos almohadas y presionaron para provocarnos asfixia durante algunos instantes”.

Luego, acotó, “uno de los ladrones me dio un puntazo con un destornillador dentro de la oreja”, causándole una pequeña lastimadura.

“DAME LOS DÓLARES”

Pero los intrusos estaban dispuestos a seguir infundiendo pánico entre la pareja asaltada y tras atormentar a sus integrantes con agresiones físicas y amenazas, también decidieron atarles las manos. “Y además me pusieron un buzo en la cara”, indicó Maes, estando en la cama.

Maes reveló también que los delincuentes “hasta nos aseguraron que tenían secuestrada a nuestra hija e inclusive que sabían que nosotros guardábamos dólares en casa, todo para asustarnos”.

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Con esos distintos recursos para impactarlos emocionalmente, ambos hampones se enfocaron luego a despojarlos de sus pertenencias.

Fue entonces que uno de los asaltantes, que según Maes aparentaban tener “entre 23 y 25 años” y de quienes observó que “uno era de 1,60 de estatura, el otro de 1,65 y estaban encapuchados pero bien vestidos y calzados con zapatillas nuevas”, le ordenó a aquél “dame los dólares”.

Este vecino de La Loma intuyó que, de no acceder a esa exigencia, las consecuencias para él y su esposa “iban a ser todavía peores”.

Por eso, explicó, “les dije que íbamos a `hacerla corta´ y les indiqué dónde guardaba los 5.000 dólares, a los que sumaron además 500.000 pesos, dos alianzas, aros de oro y joyas que eran de mi suegra, así como dos armas de fuego mías que tenía autorizadas”.

Al momento de ser consultado acerca de cómo lograron ingresar los ladrones a su domicilio, respondió que “supimos después que sobre la avenida 44 se treparon a una propiedad y que caminaron por los techos, hasta que tras violentar una puerta balcón de la planta alta, bajaron por una escalera caracol hasta donde está nuestro cuarto”.

“FUE DE PELÍCULA”

En medio del relato sobre el dramático asalto que padeció junto a su mujer, Maes reflexionó que “lo que vivimos con mi esposa fue de película, pero de terror”, sentenció.

De inmediato, profundizó: “Fue realmente extraño que en nuestro dormitorio nos hayan despertado delincuentes y, peor, de la manera que lo hicieron”.

”En los 64 años que tengo, jamás pensé que me iba a tocar vivir una situación semejante”, completó.

“NO SÉ SI FUE UNA BATIDA”

Al momento de preguntársele si alguien conocía de los ahorros que tenía en su vivienda, consignó que “hace 15 días” vendió un auto y una moto. “Esas operaciones fueron en dólares”, admitió Maes.

Se le requirió saber entonces si creía que alguien pudo haber aportado ese dato para que fueran delincuentes a robarles el dinero a su casa, contestó que “no sé si fue una `batida´. Prefiero no pensar mucho en eso”.

Por otra parte, mencionó que ambos asaltantes contaron con apoyo de uno ó dos cómplices.

“Uno de ellos se comunicaba por teléfono con alguien que parecía estar en la planta baja, aunque además sentí la voz de una mujer”, refirió.

No obvió a su vez aludir a que, durante el atraco, “además entraron en la tapicería de mi cuñado, en la planta baja de mi propiedad, pero desconozco si ahí robaron”.