Boca se encuentra en Río de Janeiro desde hace algunos días, a la espera de la gran final de la Copa Libertadores de América, la cual tendrá lugar mañana desde las 17 en el mítico estadio Maracaná frente a Fluminense. Y dentro de los protagonistas que tiene a disposición Jorge Almirón aparece lógicamente Sergio Romero, pieza clave del Xeneize y gran artífice de que el club de La Ribera llegue al partido por el título.
Sin embargo, a miles de kilómetros de ese lugar, epicentro de lo que será la definición del máximo torneo internacional, otro Romero, estandarte de otro deporte como lo es el básquet, estará alentando por el Azul y Oro, y sobre todo por su hermano. Y es que Diego Romero, quien prepara su posible regreso a la Liga Nacional, se refirió a “Chiquito”, a la infancia que compartieron en Misiones y también a su particular relación con los penales, la cual dejó en evidencia tanto en la Selección Argentina como en este último tiempo en Boca.
En diálogo con Zona Mixta, por La Cielo, el ex pivot y capitán de Gimnasia de Comodoro Rivadavia, sostuvo: “Nos llevamos un par de años de diferencia, que ahora de grande no es nada, pero de chicos sí. Cuatro años y medio de chicos es un montón”, recalcó antes de referirse a la personalidad del arquero Xeneize. “Sergio es el hermano más chico inquieto, que iba atrás tuyo a todos lados. Vos te querías escapar para ir a dormir la siesta, porque en Misiones no había nada, y venía corriendo atrás”, destacó. “Hubo una edad que sí podíamos competir y en Misiones jugábamos mucho mas al fútbol que al básquet, pero siempre tratando de cuidarlo porque es mas chico. Eso sí, nunca lo dejaba ganar. Cada tanto me mandaba volcadas, después de entrar bien en calor”, recordó en cuanto al amor por el deporte de la naranja.
Hoy por hoy uno está en el país y el otro a punto de jugar un partido trascendental, con el título máximo a nivel continental en juego. Ante esto, Diego repasó la particular relación de Sergio con los penales, los cuales le han permitido a Boca llegar al cruce por la séptima.
“Sí, siempre tuvo esa suerte”, remarcó. “Siempre fue muy intuitivo, siempre tuvo esa intuición única de él. Incluso en Racing, en 6ta o 5ta, ganó un torneo importante atajando 3 de 3, si no me equivoco, o 3 de 4. Siempre fue muy intuitivo desde chiquito, porque nosotros jugábamos mucho penales, como mis hermanos más grandes son bastante más grandes y Misiones es un lugar donde llueve mucho, nos encerraban en el garaje y ahí jugábamos torneos de penales horas y horas, con El Gráfico, sacando nombres de jugadores con El Gráfico”, recordó.
En la charla también apareció el nombre de Gustavo Piñero, entrenador de arqueros de la Ciudad de La Plata y con quien Chiquito ha compartido tiempo en la Selección Argentina. Frente a esto, su hermano Diego expresó: “Si, yo he hablado con él (por Piñero). Lo que pasa es que Sergio tenía eso de ´¿a qué hora entrenás?, a las 7 de la mañana´, y el tipo estaba 6.30. No sé a dónde se iba a entrenar en Buenos Aires y se tomaba dos o tres trenes para llegar”, destacó. “Y a La Plata se iba en colectivo, a una academia (la de Gustavo Piñero) que entrenaba a Campagnolo, a Lucchetti y un par más. Sergio se tomaba un colectivo para ir hasta allá a entrenar. Tenía 16, 17 años. Siempre tuvo ese profesionalismo que a mí me sorprende”, sostuvo. “Para todo siempre fue súper profesional. Por ahí te juntás y te hace un asado, te hace toda la comida aparte, y él está en la preparación de un torneo, y el vago está comiendo pollo hervido”, completo.
Por último, al pivot campeón de la Liga Nacional se le consultó su visión sobre Boca y la chance de coronarse en Brasil, aunque prefirió no dar pálpitos. “No me gusta dar resultados. Lo veo bien, contra Talleres jugaron bárbaro”, concluyó un hincha más que tendrá el Xeneize en Río, y sobre todo Sergio Romero.