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Día nacional de lucha contra el cáncer de piel: cómo detectar un melanoma a tiempo
Por
Redacción La Voz
El ascenso de temperaturas obliga a que la piel esté más expuesta. ¿Por qué es importante el control de los lunares? ¿Son indicadores de cáncer de piel? ¿En qué caso deben ser extirpados?
Desde la Sociedad Argentina de Dermatología (SAD), Ana Clara Acosta, coordinadora de la Campaña Nacional de Prevención del Cáncer de Piel se refirió a la necesidad del control anual de los lunares.
Los lunares (o nevos) deben controlarse al menos una vez por año. Hay que tener presente ciertas características para analizar las lesiones de mayor riesgo: asimetría, bordes irregulares, varios colores, diámetro mayor a 6 milímetros (mm) y evolución o cambios en el tiempo.
“El cáncer de piel se presenta de distintas maneras, no solamente los lunares con sus características de sospecha ya descritos, sino otras lesiones nuevas rojo-rosadas, que crecen, pican, se lastiman y no curan. En general se ubican en zonas expuestas al sol crónicamente”, explicó la especialista.
En esa línea determinó que los lunares se extirpan únicamente ante sospecha de malignidad, no se sacan por “prevención”.
Todas las personas tienen una carga genética de la cantidad y el tipo de lunares que tienen en la vida. Lo que sí se modifica es el daño genético que se produce en las pieles no protegidas de los rayos ultravioletas.
Una lesión puede considerarse sospechosa si presenta uno o varios de los criterios ABCDE o cualquier otra anomalía.
Respecto al cáncer de piel, Acosta enfatizó: “Afecta a cualquier población, algunos tumores relacionados con el tipo de piel (sobre todo los pacientes con piel clara, rubios o pelirrojos y de ojos claros). Las regiones del país están relacionadas con el nivel de radiación recibida. Algunos cánceres de piel pueden provocar la muerte. Si se logra un diagnóstico precoz, el pronóstico es mejor”.
Por su parte, Gabriela González Campos, del Servicio de Dermatología del Hospital Ramón Madariaga, profesora en la carrera de Medicina Universidad Católica de Misiones (Ucami), sostuvo que el cáncer de piel en general es más frecuente después de los 40 años; tiempo atrás era más prevalente en los hombres, pero con el transcurso de los años se ha visto que aparece cada vez más en gente joven y que se ha equiparado un poquito este riesgo hombre-mujer. La principal causa es la exposición solar prolongada.
De los tres tipos de cáncer de piel más frecuentes que existan, epitelioma basocelular, epitelioma espinocelular y melanoma, el de temer, llamémosle así, es el melanoma, que es el que tiene la capacidad de dar metástasis, esto es, de ir a otros órganos y poder producir potencialmente la muerte del paciente.
El melanoma es el cáncer de piel que se origina en el melanocito, la célula que tiene la capacidad de producir pigmento en la piel. Se origina en el 80% de los casos en lesiones como lunares nuevos en la piel. En el otro 20% de los casos se puede originar en lunares previos.