Luego de la disertación del doctor en Filosofía y periodista Tomás Balmaceda, son muchos los que se mostraron sorprendidos por la influencia que ha tenido y tiene la filosofía en la inteligencia artificial y la creación de nuevas tecnologías. La profesora Marcela Zerpa, quien está a cargo de la cátedra de Pensamiento Filosófico en la UCASAL, aseguró que lo más interesante fue abordar los cuestionamientos sobre la implicancia ética que tiene la inteligencia artificial en el ámbito de la educación.
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Luego de la disertación del doctor en Filosofía y periodista Tomás Balmaceda, son muchos los que se mostraron sorprendidos por la influencia que ha tenido y tiene la filosofía en la inteligencia artificial y la creación de nuevas tecnologías. La profesora Marcela Zerpa, quien está a cargo de la cátedra de Pensamiento Filosófico en la UCASAL, aseguró que lo más interesante fue abordar los cuestionamientos sobre la implicancia ética que tiene la inteligencia artificial en el ámbito de la educación.
En cuanto a cómo percibe la inteligencia artificial, dijo que no hay que tenerle miedo y se debe evitar caer en una "tecnofobia" o "tecnofilia": "Hay que encontrar de alguna manera de incorporar a la IA como una herramienta y no tenerle tanto miedo a que vaya a suplantar el trabajo de las personas, desde mi punto de vista no considero que esta inteligencia pueda reemplazar al docente en su puesto", dijo.
Entre otros cuestionamientos, la docente detalló que, si bien el uso de la inteligencia artificial puede ser útil para algunas tareas, en el ámbito de la filosofía puede llegar a ser contraproducente en algún punto. Por un lado, la excesiva cantidad de alumnos con la que se trabaje puede ser un problema; por otro lado, la filosofía es una rama que busca fomentar el pensamiento crítico tanto de profesionales como alumnos y aplicar la inteligencia artificial puede perjudicar el libre pensamiento. "Creo que como docentes tenemos la tarea de tener iniciativas sobre cómo implementarla", finalizó.
