Tomás Balmaceda, doctor en Filosofía y periodista, desafió las barreras del tiempo y el espacio en una apasionante charla durante el nuevo ciclo de conferencias "Hablemos de lo que viene", organizado por El Tribuno, que abordó el tema de la innovación y la revolución de la inteligencia artificial. Su exposición se centró en la inteligencia artificial (IA), explorando los desafíos y oportunidades que esta tecnología presenta para la sociedad.
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Tomás Balmaceda, doctor en Filosofía y periodista, desafió las barreras del tiempo y el espacio en una apasionante charla durante el nuevo ciclo de conferencias "Hablemos de lo que viene", organizado por El Tribuno, que abordó el tema de la innovación y la revolución de la inteligencia artificial. Su exposición se centró en la inteligencia artificial (IA), explorando los desafíos y oportunidades que esta tecnología presenta para la sociedad.
El filósofo planteó en su charla una afirmación audaz: "Desde hace mucho tiempo, nuestra especie usa tecnología". Como ejemplo, señaló los anteojos que llevaba puesto, las prótesis que muchos tienen en su cuerpo, ilustrando cómo la tecnología está arraigada en la historia de la humanidad y cómo contribuyó a la evolución de nuestra especie. A lo largo de su charla, Balmaceda reveló sus experiencias personales viajando en el tiempo y el espacio, desde Delfos en la antigua Grecia hasta la década de los 90, junto a su amigo Ernesto y la novia de este, Vanina, mientras exploraban la astrología con una computadora.
"El punto es tecnofobia ni tecnofilia, ni rechazarla de plano ni abrazarla de plano sin pensarla, es lograr un equilibrio".
El tema central de su discurso se centró en la inteligencia artificial y su impacto en la sociedad actual. Balmaceda desafió a la audiencia a considerar dos extremos: el miedo irracional y la negación, o el amor incondicional hacia la IA. El experto enfatizó que ambas actitudes son erróneas y que la clave radica en un enfoque equilibrado y reflexivo. Están mal los que piensan que el chat GPT puede reemplazar a su psicólogo y están mal aquellos que niegan que la salud mental pueda ser gestionada con otras herramientas.
El conferencista abordó el tema de los sesgos en la IA, haciendo referencia al principio "garbage in, garbage out", que destaca la importancia de los datos de entrada en los resultados generados por la IA. Cuando los datos tienen sesgos, la IA los reflejará, lo que subraya la importancia de abordar y corregir los sesgos humanos en la recopilación y el uso de datos.
Balmaceda también hizo hincapié en la idea de que, a pesar de los avances en la inteligencia artificial, la creatividad sigue siendo un límite que solo los seres humanos pueden cruzar. Si bien la IA puede ser altamente eficiente en tareas específicas, carece de la singularidad y la creatividad humana. "Las máquinas hoy no son mejores que nosotros, son más rápidas. Nada más. Mejor que nosotros no", opinó.
"Están mal aquellos que se niegan a la posibilidad de que la salud mental pueda ser gestionada con otras herramientas".
El punto culminante de su charla fue la pregunta provocativa: ¿Podría la inteligencia artificial ser alguna vez mejor que nosotros? Balmaceda desafió a la audiencia a considerar qué significa realmente ser inteligente y cómo la IA podría compararse en ese sentido. Hizo hincapié en que la IA, en su estado actual, es más rápida que los humanos, pero no necesariamente mejor. La definición de "mejor" en el contexto de la IA plantea preguntas filosóficas profundas sobre quién se beneficia y quién resulta perjudicado por el avance de esta tecnología.
El experto también cuestionó por qué, a pesar de que la IA se introdujo con la promesa de aumentar la eficiencia y reducir la carga de trabajo, las personas en la sociedad actual parecen trabajar más horas que nunca. Esta pregunta resonó entre la audiencia, dejando en claro que la relación entre la IA y el trabajo es compleja y merece un análisis más profundo.
Tomás Balmaceda ofreció una perspectiva fascinante sobre la inteligencia artificial y su impacto en la sociedad, enfatizando la importancia de un enfoque equilibrado y reflexivo en lugar de caer en extremos de miedo o adoración ciega. Su charla dejó a la audiencia con preguntas profundas sobre el futuro de la IA y su papel en la sociedad en constante evolución.
