Cisjordania está al borde de un estallido. Mientras las bombas caen sobre Gaza tras el brutal ataque en el sur de Israel, una ola de violencia y protestas contra la ocupación israelí y la Autoridad Nacional Palestina (ANP) sacude el enclave gobernado por el moderado Al Fatah, del presidente Mahmoud Abbas, rival del grupo islámico que gobierna la Franja de Gaza.
Las víctimas se cuentan por decenas. Las fuerzas israelíes mataron este jueves a siete palestinos en distintos hechos de violencia en esta región de 5860 km cuadrados y considerado un territorio ocupado por Naciones Unidas. Se estima que más del 60% del territorio, del que Israel reclama derechos ancestrales y considera vital para su autodefensa, está bajo control israelí.
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Desde el inicio de la guerra, el sábado 7 de octubre, al menos 73 palestinos murieron en Cisjordania a manos de fuerzas israelíes o colonos judíos, según el ministerio de Salud de la ANP, que cuenta con reconocimiento internacional, a diferencia de la administración de facto de Hamas en Gaza. Las fuerzas israelíes dijeron que respondieron para “frustrar la actividad terrorista”.
“Los negocios y las escuelas están cerradas. Las cosas están realmente muy mal”, dijo a TN la periodista palestina residente en Ramalláh Dalia Hatuqa. Además de las víctimas fatales, se estima que hay 1300 heridos, apuntó
Los palestinos protestan contra Israel, pero crece el enojo contra el gobierno de Mahmoud Abbas
Las protestas se suceden todos los días y en distintos lugares del enclave, en especial tras el bombardeo al hospital árabe Al-Alhi, de la ciudad de Gaza, en la que según Hamas murieron unas 500 personas. El grupo islámico acusó a Israel del ataque, pero la inteligencia militar israelí señaló a la Yihad islámica como autora del hecho.
Las movilizaciones tienen un doble objetivo: repudiar la ofensiva israelí y cuestionar al gobierno local. En la plaza de Manara, en el corazón de Ramalláh, centro administrativo del enclave, las fuerzas de seguridad palestinas reprimieron el miércoles una protesta con gases lacrimógenos y granadas aturdidoras, mientras los manifestantes lanzaban piedras y pedían la renuncia de Abbas.
Según Reuters, algunos manifestantes “coreaban consignas en apoyo a los líderes de Hamas”. Los enfrentamientos se replicaron en Nablus, Tubas y Jenin.
Para Hatuqa, “hay mucha rabia porque la gente ve las fotos de Gaza y observa cómo mueren sus compatriotas. Pero además hay mucho enojo contra las autoridades. La gente siente que Abbas no hizo mucho en términos de una sólida condena al ataque israelí contra Gaza”, afirmó.
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Abbas gobierna Cisjordania desde 2005, pero en el enclave hace 10 años que no hay elecciones presidenciales o parlamentarias. Solo hubo comicios municipales en diciembre de 2021. En la práctica, el presidente está pasado de mandato. Su gestión fue extendida de jure con el respaldo internacional, ya que se lo considera un dique de contención al avance de Hamas en Palestina.
La impopularidad de Mahmoud Abbas crece cada día
En general, el mayor descontento proviene de los jóvenes, más radicalizados y que acusan a Abbas de coordinar con Israel cuestiones de seguridad e incluso la represión de las protestas. Analistas afirman que un sector de la juventud cisjordana se siente representaba por la lucha de Hamas. Por ello, la impopularidad de Abbas crece día a día. Muchos lo ven como el representante de la ocupación israelí.
Un sondeo realizado en septiembre por el Centro Palestino de Investigación Política reveló que Hamas arrasaría en Cisjordania si Abbas convocara a elecciones. Según la encuesta, el grupo islámico que gobierna de facto Gaza obtendría el 58% de los votos contra el 37% de Al Fatah.
Pero la indignación también está dirigida hacia Israel. No solo por los bombardeos contra Gaza, donde la mayoría de los palestinos de Cisjordania tiene familiares o allegados, sino por el aumento de los controles militares en el territorio bajo ocupación israelí. Según denuncian, las fuerzas militares cerraron rutas y aumentaron los puestos de control.
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“Hay mucha violencia de parte de los soldados israelíes en estos días. Los jóvenes palestinos lanzan piedras cerca de los puestos de chequeo militar y son baleados. Los ataques son aún peores que los usuales”, afirmó Hatuqa. Además, los palestinos denuncian ataques de colonos israelíes. Desde el ejército israelí, voceros aseguran que sus fuerzas han repelido ataques terroristas.
Con posturas irreconciliables, la tensión solo puede agravarse en caso de una invasión israelí a Gaza. “La situación es cada vez más difícil”, resumió Hatuqa. El gobierno de Abbas, cada vez más impopular, hace equilibrio para no ser engullido por los seguidores de Hamas.
