Los embarques de trigo a Brasil han sufrido un fuerte recorte, lo cual se puede observar en los números de los primeros cuatro meses del ciclo comercial

 

Según un relevamiento de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), entre enero y septiembre último Brasil compró el 55% del trigo que necesitó importar en la Argentina. Luego, en orden de importancia entre otros abastecedores, un 23% lo fue a buscar a Rusia y un 15% lo trajo desde Uruguay.

Los números fueron muy distintos en 2022 para el mismo período, ya que en ese momento la Argentina le entregó al vecino país el 85% del cereal que requirió importar. Si bien Brasil viene creciendo en una producción propia, e incluso coloca saldo exportables, todavía necesita el trigo de otros orígenes. Después de algunas exportaciones menores a Brasil, Rusia dio el salto justamente en lo que va de 2023, según la BCR.

"Poca oferta y desincentivos a la comercialización, sumado a un extraordinario contexto internacional, han llevado a la Argentina a perder 30 puntos en su principal mercado comprador", indicó la entidad remarcando tres factores que influyeron para esta situación. Vale recordar, por otra parte, que con la baja producción local el gobierno argentino ha implementado una política de prórrogas de embarques para evitar tensiones en el mercado interno.

La sequía del año pasado impactó sobre la producción argentina de trigo disminuyendo su oferta. En tanto, mejores precios ofrecidos le permitieron a Rusia escalar en el vecino mercado. "Según proyecciones propias, la oferta total de trigo para todo el ciclo 2022/23 sería de 14,4 millones de toneladas, el nivel más bajo desde la campaña 2013/14, consecuencia de la estrepitosa caída de un 46% interanual de la producción. Con una demanda doméstica mayormente inelástica, ello es, relativamente constante en torno a los 6 millones de toneladas, la exportación ha soportado la mayor parte del ajuste", remarcó el reporte.

Agregó: "En promedio, durante las últimas siete campañas, poco más de la mitad de la oferta total tenía como destino el mercado externo [todos los destinos], mientras que para fines de este ciclo se proyecta que la proporción sea del 24%, cercano a los guarismos observados durante la campaña 2014/15".

Los embarques, en rigor, han sufrido un fuerte recorte, lo cual se puede observar en los números de los primeros cuatro meses del ciclo comercial, esto es entre diciembre y marzo de cada año que es el lapso de mayores exportaciones mensuales. Según datos promedio de la serie de los últimos cuatro años, se han colocado entre diciembre y marzo 7,6 millones de toneladas al exterior mientras en el mismo período de 2023 fueron sólo 1,4 millones de toneladas.

"Desde los comienzos de la campaña, las exportaciones de trigo han caído de forma estrepitosa si se tiene en cuenta los valores promedios que se han manejado durante los últimos años. Durante los cuatro primeros meses, se exportaron 6,2 millones de toneladas menos que el promedio y las exportaciones de enero nunca han sido tan bajas desde el año 2014. La comercialización externa no se ha recuperado hasta ahora, y mantiene un ritmo constante desde inicios del año calendario", apuntó.

(Fuente La Nación)