
Hace setenta y siete años atrás, la ciudadanía argentina comenzó con un proceso de ideologización que hoy en día fragmentó totalmente nuestra sociedad y la hemos denominado "La Grieta”. Todo comenzó inoculando el resentimiento e inclusive el odio hacia a aquel o aquellos que por merito propio o por herencia económica progresaban en este país que paulatinamente se desarrollaba por sus carriles normales de movilidad social. Es decir, que muchas familias por cuestiones educacionales, morales y éticas, ascendían socialmente y de ser "clase baja” avanzaban a ser "clase media” y muchos de estos también avanzaban a ser lo que sociológicamente se denominan "clase alta o influyente”. Si a esto le sumamos el que le otorgaron "cuotas de poder” a gente sin mayores conocimientos (ignorantes), enseñándoles que "tienen derecho a todo”, pero de deberes, "mejor ni hablemos”, y también les enseñaron a la "masa” (Masa fue definida por el sociólogo francés Gustave Le Bon como "Una agrupación humana pensante con los rasgos de pérdida de control racional, mayor sugestionabilidad, contagio emocional, imitación, sentimiento de omnipotencia y anonimato para el individuo”) a "combatir al capital”, contradicción, ya que ese pueblo (término que comenzó a usarse en el nacimiento del fascismo italiano) o "los descamisados”, justamente lo que pretendían era poseer más "capital”, mezclando todo obtenemos un sector social de "clases bajas” que pierden toda "empatía” con el resto de la sociedad provocando "el odio y resentimiento”.
"La Empatía”
Giacomo Rizzolatti, neurocientífico e investigador italiano, quien recibiera innumerables premios a nivel mundial, posicionándolo como una autoridad en "neuro ciencia”. En 1996 estaba en la Universidad de Parma, estudiando en qué parte del cerebro de un mono se alojaba el sistema motor. Un día se dio cuenta de que las neuronas que se encendían cuando el simio ejecutaba un movimiento, bullían de actividad también cuando veía a los demás hacer lo mismo. Una red neuronal, de alguna manera, reflejaba las acciones ajenas como propias, como un espejo. Y así las llamó. Las neuronas espejo sirvieron para explicar la imitación de acciones físicas. Pero rápidamente se vio que en humanos también explicaban cierta imitación emocional, "la empatía”. Desde entonces, su trabajo ha ahondado en las implicaciones de este mecanismo: le sirvió para teorizar sobre los orígenes del autismo o cómo funciona el sistema motor. Cómo nacemos con cierta empatía y nuestras experiencias e ideología pueden aumentarla o disminuirla.
Decía Vilayanur Ramachandran, uno de los pioneros de la neurociencia, que estas neuronas "conformaron la civilización”. La capacidad de imitar permitió aprender a escala individual y colectiva. Crear y trasmitir una cultura. Y conectar con otras personas o grupos sociales.
Rizzolati tiene 86 años y acaba de inaugurar el laboratorio de investigación del Parque Científico de la Universidad Autónoma de Madrid que lleva su nombre. Y preguntado por un periodista del Diario El País, si las "neuronas reflejo” actúan de la misma manera en aspectos físicos como emocionales él responde: "Si leo en el periódico que hubo un terremoto en Marruecos con varios muertos me puede dar pena. Pero dentro de mi sistema neuronal no hay dolor. En cambio, si salgo a la calle y veo un accidente de tráfico, siento el dolor dentro de mí”; y cuando le preguntaron: Si todos nacemos con una cierta cantidad de neuronas espejo, ¿qué sucede durante las guerras, cuando sociedades enteras pierden la empatía hacia el prójimo?, el responde contundentemente: "El mejor ejemplo de esto que comenta es el de uno de los responsables del genocidio judío, Adolf Eichmann. Cuando este oficial nazi fue deportado a Israel y lo llevaron a juicio, le hicieron toda serie de análisis psicológicos y el resultado fue sorprendente. Era un tipo normal, parecía buena persona, amaba a los animales, amaba la naturaleza, un hombre de familia, perfecto. Durante el instituto tenía amigos judíos, pero después algo cambió.
Leyendo la propaganda de Joseph Goebbels, se convirtió en nazi y se convenció de que los judíos no eran seres humanos. Por lo tanto, para él ya no debía sentir empatía hacia ellos. Su biología podría entender que eran personas, pero la ideología modificaba esa percepción. Es algo que se repite en muchas guerras, se intenta deshumanizar al enemigo para que nadie empatice con él.”
Conclusión
Este estudio demuestra o por lo menos nos hace tratar de entender lo que en estos momentos pasa en medio oriente donde las comunidades judías fueron vejadas, violadas y masacradas por terroristas libaneses, sin importar si eran niños, jóvenes o ancianos, todos de ambos sexos. Y también nos demuestra como toda una sociedad se divide produciendo también masacres como lo fue en nuestro país "La Revolución Libertadora”, "la guerrilla peronista de los 70 (ERP; Montoneros y Triple A) y posterior "Dictadura”, cuando interviene fuertemente y se adoctrina con una determinada ideología.
Por: Jorge Reinoso Rivera
Periodista