Las madres en la actualidad se asemejan a valientes marineras, navegando un barco que, por momentos, parece vulnerable frente a un tumultuoso mar de desafíos. Como bien saben los navegantes, el camino puede ser incierto, y las tormentas, en ocasiones, creerse insuperables. Sin embargo, en este viaje, las mamás deben confiar en sus propias fortalezas: la capacidad de amar, la resiliencia, la intuición, entre otras, que las guían en su travesía.

Una de las tormentas más significativas que enfrentan en la actualidad es la influencia de la tecnología, que ha transformado radicalmente su experiencia al proporcionar acceso instantáneo a información y comunidades en línea que ofrecen apoyo virtual. No obstante, esta ola digital también ha traído consigo desafíos importantes, como la presión de las redes sociales para personificar la imagen de la "madre perfecta". A menudo, estas plataformas exhiben imágenes y narrativas de maternidades idílicas, generando expectativas poco realistas y llevando a las madres a cuestionar sus propias habilidades y experiencias. Es como si estuvieran compitiendo constantemente en una regata por la perfección, olvidando que cada manera de ser mamá es única y especial en su propio camino.

Además, en este viaje moderno, la educación digital y el tiempo frente a las pantallas se han convertido en aspectos poco evitables en la crianza de los hijos. Las madres navegan por aguas inciertas, tratando de equilibrar el acceso a recursos educativos en línea con la necesidad de garantizar que sus hijos disfruten de tiempo de calidad alejados de las pantallas.

En medio de todos estos avances, es fundamental recordar que la maternidad sigue siendo un acto de amor, cuidado y encuentro humano. No permitamos que la tecnología nos aleje de esa conexión esencial. Es importante que las madres continúen navegando con determinación en busca de un equilibrio, sabiendo que, en este viaje, lo más importante es mantener el rumbo hacia el afecto y la autenticidad en un mundo que, a veces, insiste en desviarnos del curso.

En esta travesía, surge otra gran tormenta: la conciliación de la vida laboral y familiar. Las aguas pueden volverse agitadas cuando se entrecruzan las responsabilidades profesionales y familiares. Mantener una armonía constante entre estas dos esferas es un desafío que se plantea a diario, y es en esta intersección donde estas valientes mujeres deben demostrar su destreza. Las maniobras en este barco se vuelven fundamentales. La organización se convierte en una habilidad esencial para sintonizar la vida laboral y familiar. Al igual que un capitán que traza una ruta cuidadosamente planificada, las madres deben crear horarios eficientes y delegar responsabilidades con el fin de simplificar la carga de trabajo. Esto les permitirá enfocarse tanto en sus carreras como en el bienestar de sus hijos, asegurándose de que el viaje se desarrolle con la mayor suavidad posible. Recaen sobre sus hombros la responsabilidad de trazar un rumbo que les permita alcanzar sus metas profesionales, al mismo tiempo que ofrecer amor y cuidado a sus seres queridos.

Como cualquier navegante experimentado sabe, el éxito en una travesía no sólo depende de las habilidades del capitán, sino también de la solidaridad de otros barcos en el mismo mar. El apoyo de la comunidad es el faro en la distancia, guiando a las madres a través de las tormentas y aguas turbulentas. Las redes de apoyo, ya sea en forma de familiares, amigos, son esenciales para mantener el rumbo. Compartir experiencias, consejos y, a veces, lágrimas con otros en el mismo océano brinda consuelo y confianza en medio de la incertidumbre.

Sin embargo, para mantenerse a flote y cuidar adecuadamente de sus hijos, las madres también deben cuidar de sí mismas. Es como el mantenimiento constante del barco, es esencial para asegurarse de que el viaje sea lo más plácido posible. Incluye momentos de tranquilidad, actividades que recarguen su energía y el tiempo necesario para reencontrarse consigo mismas.

Como barcos que navegan en aguas profundas, hay que entender que las propias heridas y experiencias pasadas pueden influir en la capacidad para liderar. Por lo tanto, es fundamental sumergirse en la tarea de sanar y fortalecer el propio timón, enfrentando las corrientes emocionales y encontrando la calma en medio de la tormenta. Esto implica reconocer que, para guiar a los hijos de la mejor manera posible, también deben mirar hacia adentro y sanar sus propias historias personales.

Hoy celebramos el día de las Madres, que son capitanas intrépidas que intentan llevar a sus hijos hacia el puerto de un futuro prometedor. A pesar de las aguas inciertas y los desafíos cambiantes, confían en su brújula interna: creatividad y sabiduría. Tienen que fiarse en sus recursos para no dejarse arrastrar por la marea, sino por vientos favorables que las llevarán a ellas y a sus hijos a un lugar seguro y disfrutable.

Recuerda que, para ser un barco fuerte como mamá, necesitas:

– Mantenimiento y cuidado constante: Al igual que un barco requiere de esto para funcionar de manera óptima, necesitas tiempo y oportunidades para el autocuidado y la recarga de energía.

– Apoyo de la tripulación: Un barco no puede navegar sin colaboración; de manera similar, precisas apoyo de tus seres queridos y amigos para sobrellevar las responsabilidades de la maternidad.

– Planificación y estrategia: Un capitán planifica cuidadosamente su ruta; trabaja en desarrollar estas habilidades.

– Flexibilidad y adaptabilidad: Es importante ser flexible y adaptarse a las cambiantes circunstancias de la crianza.

– Tiempo de tranquilidad: Similar a cómo un barco puede detenerse en momentos para encontrar la calma, elige tener tiempo para relajarte y desestresarte.

– Herramientas de navegación: En la era digital, necesitas habilidades para navegar el entorno tecnológico y las redes sociales de manera saludable, conocerlo y formarte.

– Autoconciencia: Al igual que un barco debe conocer su posición y rumbo, necesitas autoconciencia para entender tus propias necesidades y limitaciones.

Los frutos

Muchas veces vas a navegar en un mar calmo, muy disfrutable, la maternidad te va a proporcionar muchos beneficios, algunos son:

– Navegación en aguas emocionales: Aprendes a lidiar con las tormentas emocionales y a mantener el equilibrio.

– Capacidad de adaptación: Como capitana aprendes a ajustar las velas y a cambiar de rumbo cuando sea necesario para superar los desafíos.

– Dirigir a tu tripulación: lideras y cuidas a tus hijos. Esta responsabilidad te brinda una profunda satisfacción al ayudarlos a crecer y desarrollarse.

– Exploración del mundo: A través de la maternidad, descubres nuevas experiencias que te llevan a aprender.

– Resiliencia y fortaleza: Ser madre te brinda la oportunidad de desarrollar estas capacidades en momentos difíciles.

– Puede inspirarte a explorar y nutrir tu creatividad al encontrar formas únicas de educar, entretener y relacionarte con tus hijos.

– Generación de recuerdos invaluables: Al igual que un barco que guarda tesoros en su bodega, tienes la oportunidad de atesorar recuerdos invaluables de momentos especiales con tus hijos.

– Mantener el rumbo hacia el amor: hacia un amor incondicional, lo que crea un vínculo especial y duradero.

– Celebración de logros: Al igual que un capitán celebra el éxito de una travesía, festejas los logros e hitos importantes en la vida de tus hijos.

– Guiar hacia un futuro prometedor: te permite acompañar a tus hijos proporcionándoles las herramientas y la dirección necesaria para prosperar.

No dejes de disfrutar cada instante de ese viaje, muchas veces es más corto de lo que pensamos. Que hoy tengas un hermoso recorrido en un mar calmo

 

Por Silvana Bellotti
Lic. en Psicología/Terapeuta Gestáltica
Magíster en Minoridad y Familia
Autora de varios libros.
Mamá de 4 hijos