Hacen compras y, a la hora de pagar, en vez del dinero, sacan un “fierro”

Dos falsos clientes concretaron un robo en un almacén de camino General Belgrano y 488, en la zona de Gonnet-Bell.

El caso, que trascendió ayer, tuvo lugar el jueves pasado por la noche, cuando una joven de 20 años estaba a cargo de la atención al público.

De acuerdo a la denuncia que radicó en la seccional décima, que tiene jurisdicción en ese lugar, las dos personas que terminaron asaltándola, tras mostrarle un arma de fuego, llegaron a la línea de caja con dos botellas de champagne nacional y también tomaron algunos chocolates.

Sin embargo, a la hora de pagar, quedó al descubierto de que todo se trataba de una treta para no llamar la atención y poder actuar cuando encontraron el momento propicio.

Así, bajo amenazas, a la empleada del comercio no le quedó más remedio que acatar las órdenes de los ladrones, sin intentar ninguna resistencia, pese a lo cual recibió un golpe en el rostro.

Los voceros del caso contaron que los asaltantes, al margen de las dos botellas de la bebida espumante y los chocolates, también se apoderaron de la recaudación, en el orden de los 50 mil pesos, un celular y un cartón de cigarrillos.

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No se supo en qué fugaron los autores del atraco, por lo que intentarán reconstruir sus movimientos a partir de las imágenes de las cámaras de seguridad de la zona, que hay muchas.

En medio de toda esa violenta situación, es claro que ahora quedará subyacente una afección espiritual para la chica que sufrió el violento embiste delictivo y es probable que, durante un prolongado tiempo, no le resulte sencillo atender la caja del comercio.

Por el caso, se iniciaron actuaciones caratuladas como “robo agravado”.

Por si fuera poco no muy lejos de ese negocio, el viernes también se registró un episodio delictivo.

Fue en 481 entre 23 y 24, donde desconocidos ingresaron en una vivienda luego de romper una puerta trasera.

Pese a que se activó la alarma, los ladrones se arriesgaron y, en pocos instantes, dieron vuelta absolutamente todo.

Los voceros dijeron que el propietario del inmueble, de 44 años, se apersonó en la casa apenas le avisaron del incidente y constató el faltante de una notebook, de un horno microondas, algunas alhajas de oro y una suma de dinero, cuya cantidad no trascendió.

Al igual que en el caso del almacén, los registros fílmicos es la prueba clave que se intentará obtener para resolver los primeros interrogantes.

Son dos golpes en pocas cuadras de diferencia y, en poco tiempo entre uno y otro, lo que no hace más que alimentar el descontento vecinal por la inseguridad galopante que existe en el barrio.