Israel confirmó ayer que su infantería y tanques llevaron a cabo incursiones dentro de la Franja de Gaza, el primer anuncio de un giro en el conflicto hacia la ofensiva por tierra para erradicar a los combatientes de Hamás una semana después del brutal ataque en el sur israelí.

La inminente invasión masiva de la franja por parte del Ejército israeli impactó con fuerza en la cotización del precio del petróleo ayer que subió casi 6%. Además frenó el acercamiento de Arabia Saudita con Israel auspciado por EEUU y acercó al principal aliado de Washington en la región al régimen de Irán.

En este polvorín, Israel ordenó ayer la evacuación hacia el sur de ‘todos los civiles’ del norte de la Franja de Gaza, una medida condenada por la ONU y rechazada por Hamas que se estima alcanza a un millón de personas, y que generó que miles de palestinos huyeran de la zona. Mientras, continúan los bombardeos de Israel al enclave y se multiplicaron los ataques israelíes a ciudades fronterizas del sur del Líbano.

‘Civiles de la ciudad de Gaza, evacúen hacia el sur su propia seguridad y la de sus familias y aléjense de los terroristas de Hamas que los están utilizando como escudos humanos’, señalaron las Fuerzas de Defensa (IDF) de Israel.

‘En los próximos días, las IDF continuarán operando de forma significativa en la ciudad de Gaza y harán grandes esfuerzos para evitar dañar a los civiles’, añadió el Ejército, con mensajes difundidos también en árabe, que dio en principio un plazo de 24 horas, aunque admitió luego que esta evacuación ‘llevaría tiempo’.

Desde el inicio de los enfrentamientos, el sábado último, tras un sangriento ataque de Hamas, alrededor de 1.300 personas murieron en Israel, 258 de ellos soldados, según el Ejército, y otras 1.800 fallecieron del lado de Gaza, entre ellas 583 niños y 351 mujeres, de acuerdo con las autoridades palestinas.

‘Es mejor morir que irse’, dijo Mohammad, de 20 años, parado en la calle frente a un edificio reducido a escombros tras un ataque aéreo israelí hace dos días cerca del centro de Gaza. ‘Nací aquí y moriré aquí. Irme es un estigma’. Las mezquitas difundían el mensaje: ‘Aférrense sus casas. Aférrense a su tierra’.

‘Le decimos a la gente del norte de Gaza y de la ciudad de Gaza que se queden en sus casas y en sus lugares’, dijo Eyad Al-Bozom, portavoz del Ministerio del Interior de Hamás, en una conferencia de prensa.

La ONU dijo que el llamado de Israel para que los civiles de Gaza se fueran era imposible de llevar a cabo ‘sin consecuencias humanitarias devastadoras’, lo que provocó una reprimenda de Israel, que dijo que debería denunciar a Hamás y apoyar el derecho del Estado judío a la autodefensa.

‘La soga en torno a la población civil de Gaza se está apretando. ¿Cómo se supone que 1,1 millones de personas van a desplazarse por una zona de guerra densamente poblada en menos de 24 horas?’, escribió en las redes sociales el jefe de ayuda de la ONU, Martin Griffiths.

El Comité Internacional de la Cruz Roja dijo que sería imposible para las organizaciones de ayuda prestar asistencia a ‘un desplazamiento tan enorme de personas en Gaza’ mientras permanezca bajo asedio israelí.

‘Las necesidades son abrumadoras y las organizaciones humanitarias deben poder incrementar las operaciones’.

EEUU, que ha pedido a Israel que proteja a los civiles, no dudó en apoyar públicamente a su aliado. El portavoz de seguridad nacional de la Casa Blanca, John Kirby, dijo que una evacuación tan grande era una ‘tarea difícil’, pero que Estados Unidos no cuestionaría la decisión de decirle a los civiles que salieran.

El presidente palestino, Mahmud Abbas, cuestionó la orden de desplazamiento masivo, que comparó con el exilio de 1948. Abbas rechaza ‘totalmente el desplazamiento’ de palestinos de la Franja ‘porque esto sería una segunda Nakba (‘catástrofe’ en árabe) para nuestro pueblo’, dijo a la prensa palestina.

La Nakba, o ‘catástrofe’, se refiere a los 760.000 palestinos que huyeron o fueron expulsados de sus hogares durante la guerra de 1948, que coincidió con la creación de Israel.

 

  • Evacuaron a otro grupo de argentinos

Más 170 argentinos acudieron ayer al aeropuerto israelí de Ben Gurión para abordar dos vuelos de evacuación gestionados por el Gobierno frente al conflicto de Israel con Hamás.

‘Me voy ahora para Argentina, replanteándome cuando volver, y si volver’, dice Facundo Arizaga, minutos antes de embarcar el avión que lo llevaría primero a Roma y luego a su Argentina natal, tras dos años y medio viviendo en Israel. Arizaga, de 27 años, es uno de los más de 180 argentinos que acudieron ayer al aeropuerto tras recibir la notificación de que su solicitud de evacuación fue aprobada.

El primero de los dos vuelos de evacuación de ayer llevaba a más de 50 chicos de 15 años que llegaron al país tres días antes del comienzo de la guerra como parte de un viaje de estudios del que participaban cinco escuelas judías de distintas ciudades argentinas.