
Cartas de lectores: Qué tranquilidad, dilema cruel, dichos de Bregman
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Qué tranquilidad
¿Ya atraparon a los tres chinos? ¿Ya denunciaron a Milei? Ah, qué bien. Ya podemos ahorrar en pesos con confianza y tranquilidad. Ya podemos seguir imprimiendo billetes, contratando empleados públicos, pagando viajes y regalos caros a las novias de nuestros empleados, repartiendo drogas en ambulancias, pagando estudios queer, comprando penes de madera y gel, subiendo impuestos, recortando jubilaciones, viajando en aviones privados y creando ministerios sin resultados. Estos cipayos vendepatria casi logran arruinar nuestro bienestar.
Marcelo Amaral Correa
marceloamaral33@gmail.com
Dilema cruel
La escena náutica en Marbella, con el “dueño de un feudo provincial”, no es novedad, sino una rampante muestra pública y visceral de un sistema que desde hace décadas expande su metástasis hasta la infamia y que incorporó el infanticidio de lesa humanidad. Llegó la hora de un gran clamor: “¡Argentinos, dejemos de ser tan insensibles hasta el grado de estupidez inhumana!”. Si en 1983 supimos y pudimos destruir el Partido Militar, hagamos lo mismo con el “contubernio de frentes” que, invocando “la patria” y “la libertad”, bloquean el orden y el progreso. El dilema crucial es “solidaridad incorrupta o desintegración”.
Carlos Tonelli
DNI 18.796.008
Dichos de Bregman
Una diputada por el Frente de Izquierda y candidata presidencial justifica a los terroristas Hamas y los horrores que cometieron con el argumento de que, según ella, en Israel se practica el apartheid. Miente. Cualquier observador de buena fe puede comprobar la convivencia de todas las religiones y etnias de la población en Israel. Baste decir que hay árabes-palestinos musulmanes en puestos públicos y miembros del Parlamento de Israel y de las cortes de Justicia y en todas las esferas de la vida de ese país. Sabe –pero calla y oculta a sus votantes– que debido al accionar de ese régimen terrorista que pretende justificar los miembros del colectivo LGBT son perseguidos y no podrían sobrevivir libremente en Gaza, y que las mujeres padecen una insoportable discriminación y que desde la infancia sus hijos son educados para el odio y la muerte. ¿Por qué la diputada Myriam Bregman y otros integrantes de su bancada parlamentaria no dicen nada del sufrimiento del pueblo palestino oprimido por el régimen terrorista de Hamas y le echan la culpa a Israel? ¿Por qué justifican el asesinato de civiles indefensos, la decapitación de bebés, la toma de rehenes?
Los integrantes de la Organización Judía para el Diálogo Interconfesional lamentamos profundamente su pronunciamiento, que nada contribuye al diálogo.Repudiamos el terrorismo y el brutal y antihumano accionar de este ataque demencial. Myriam Bregman, como diputada nacional, debería ser respetuosa de la Constitución y la democracia. Eso implica el respeto por el derecho y entender que el monopolio de la fuerza debe quedar en manos de los gobiernos legítimos, y no para facciones armadas asesinas. ¿Es así, diputada? ¿O según su concepción el crimen está justificado según quien lo cometa?
Marcelo Aptekmann
Organización Judía por el Diálogo Interconfesional (OJDI)
DNI 11.043.114
Médicos
Con un texto que se desborda y produce tristeza, Nicolás Artusi comenta en una nota un libro de la médica Anna De Forest sobre sus experiencias en un hospital de Nueva York. A partir de ese relato individual, el autor de la columna generaliza una experiencia que se produce lamentablemente en muchos lugares, pero que no es representativa de la verdadera conducta de los médicos ni de lo esencial de nuestra práctica. Los médicos somos personas, con pensamientos y sentimientos manchados a veces con cierta arrogancia y, en ocasiones, con cierta disociación emocional a los efectos de evitar que nuestras emociones o temores interfieran en una tarea a menudo dura y riesgosa, como sucediera en la última pandemia y que generó el “aplauso” de las 21 horas. No son aplausos lo que necesitamos, sino identificación y empatía hacia nuestra tarea. La medicina no es solo un oficio ni aprender, como dice el columnista, algunos “trucos”, sino también, por qué no, una manera decente de ganarse la vida, cada día más difícil. La medicina sigue siendo lo que yo llamo una noble artesanía y no, como afirma el autor, un negocio del ultracapitalismo, aunque nadie puede discutir su existencia. En un momento de la lectura no se sabe cuál es la opinión de la doctora y cuál la del columnista, pero, al citarla, induce a pensar que la avala, aun sin un conocimiento directo de lo que afirma. Culmina su escrito con la frecuentemente usada frase de Antonio Machado sobre la tristeza de la verdad y diciendo que todos somos futuros muertos.
Los médicos escuchamos a los pacientes, intentamos curar (etimológicamente, cuidar), sanar a veces y consolar siempre. Quizás el título de la nota (“El discurso vacío de los médicos”) fue inspirado por un libro del excelente escritor uruguayo Mario Levrero. No todo es vacío y quizás un buen café ayude al autor a repensarlo.
Guillermo B. Semeniuk
DNI 4.396.473
Arturo Illia
El jueves pasado se cumplieron 60 años de la asunción a la presidencia de Arturo Illia, en representación de la Unión Cívica Radical del Pueblo (UCRP). De su gobierno podemos destacar: la ley de medicamentos, la anulación de los contratos petroleros, la anulación de los gastos reservados, la defensa de la soberanía de las Malvinas, la garantía de las libertades públicas, la austeridad republicana, la vigencia del derecho de huelga, el salario mínimo, vital y móvil, una política exterior soberana y la solidaridad con los pueblos más frágiles del mundo, como así también haber logrado un crecimiento sostenido de la economía, la reducción de la deuda externa y haber otorgado el mayor presupuesto para atender la educación en la historia de nuestro país. Arturo Illia, con su manifiesta honestidad, constituía un claro impedimento para la corrupción, porque no permitía los negociados en el ámbito del Estado. Además, su austeridad republicana fue una barrera para quienes querían corromper al tejido social de nuestro país.
Illia fue derrocado un 28 de junio de 1966. Fue el final de una república en paz, con progreso y libertad.
César Arrondo
cesar2011mail.com
En la Red Facebook
Francia. Un hombre, al grito de “Alá es grande”, dejó un muerto y varios heridos en un colegio
“Ya empieza otra vez toda la locura. Qué horror”- Erika Berenice
“Nada tiene que ver Dios con la barbarie humana”- Patricia Cona
“Basta de crímenes en nombre de Dios, por favor...”- Luis Piccione
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