La primaria de Juntos por el Cambio en San Isidro significó que el apellido Posse y el gobierno municipal tomaran caminos separados después de varias décadas. Macarena, la hija de Gustavo Posse, perdió la PASO frente a Ramón Lanús. La grieta, sin embargo se cerró rápido.
Así lo explicó el propio Gustavo Posse durante una entrevista con el programa radial Aquí no ha pasado nada y reproducida por Zona Norte Diario. Allí dijo que con Lanús habla “cada dos o tres días” y que trabaja para que gane el distrito.
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“Hay diálogo permanente, cada dos o tres días. Primera cuestión, estamos en medio de una elección. Lo que se lucha es por ganar. Dentro de lo que se lucha por ganar, se le trata de que sea una situación integradora”, planteó.
También se animó a plantear que “los votantes, tanto de Macarena como de Ramón, van a dar una suma que va a ser perfecta” dando por sentado que no habrá fuga de votos. Lo mismo planteó para el resto de los tramos de la boleta, que encabezan Patricia Bullrich en nación y Néstor Grindetti en provincia.
“Vemos a una Patricia Bullrich fuerte, en condiciones, esclarecedora. Y la tarea que lleva adelante, a su vez, es difícil, pero es una tarea fuerte también la que hace Néstor Grindetti a lo largo de la provincia de Buenos Aires. Nosotros de eso, esperamos los mejores resultados”, aseveró.
Para la oposición, el mensaje de Gustavo Posse significa otra cosa. Y revela una continuidad entre la gestión que sale y la que empuja para entrar.
“Los que dicen ser oposición en realidad están atados a los más de 40 años de feudalismo possista”, planteó Sebastián Galmarini, director del Banco Provincia y dirigente sanisidrense.
Galmarini planteó lisa y llanamente que “Ramón Lanús y Con Vocación son socios” del possismo y pidió “un cambio” para el municipio, a partir de la postulación de Federico Meca, que encabeza la lista del principal espacio opositor, Unión por la Patria.
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