Ambiente familiar: carnes y pastas de barrio en Cerro Chico
Se trata de un restaurante que ofrece una experiencia cercana con los platos favoritos de los argentinos. Además, propone celebraciones con costillares enteros.
Los restaurantes de barrio tienen ese no qué. Esa cercanía con el cliente que los hace más próximos, más amables. El desafío sin dudas es profesionalizar cada área para que resulte una buena experiencia integral, desde todos los ángulos posibles.
En este caso llegamos una noche cualquiera y hay algunas mesas ocupadas. Salen parrilladas, pastas, pero también vemos que la carta propone muchas más opciones: lomitos, pizzas, hamburguesas. También opciones de cafetería (abre todo el día) y hasta meriendas libres.
Igual, lo que más llama la atención hasta aquí, es la posibilidad de encargar costillares o patas enteros, con lo cual se abre la posibilidad de celebrar algún acontecimiento como si realmente estuviéramos en casa. Esa es la cercanía de la que hablamos.
Empanadas
De entrada probamos las empanadas. Hay unas de Matambre cortado a cuchillo y otra Criolla tradicional, con carne molida. Ambas cuestan $ 400. Salen fritas y la gran diferencia está en los trozos (generosos) de carne que se propone en la primera opción.
En ambos casos la fritura es correcta y el relleno se mantuvo jugoso, solamente les falta más personalidad a la hora de condimentar. Comino y pimentón deberían ser una buena base aromática para cualquier opción, después está en cada uno el concepto que se quiera transmitir.
Entre otras entradas posibles quedaron en el tintero, para la próxima, provoleta, tortilla, riñoncitos y hasta revuelto gramajo. Platos de barrio, platos con historia celeste y blanca.
Principales
De platos principales probamos dos opciones. La primera es una pasta rellena que estaba en promoción, con 50 por ciento de descuento (los días miércoles): Panzotti relleno de pollo, queso y verduras ($ 2.300, quedan en $ 1.150). Acompañamos con salsa mixta.
La pasta cumple pero en el relleno hay mucho por hacer, como en la mayoría de los casos. No se logran referenciar en el paladar los sabores propuestos en el detalle de la carta.
El otro plato fue Bifes de tapa de cuadril con papas fritas ($ 4.000). No se preguntó el punto pero si se pidió; y llegó tal cual, con jugos pidiendo pista para abrazar a las papas fritas, que tienen esa impronta casera que tan poco se encuentra en estos días. ¡Gracias!
Eso sí: el secreto mejor guardado de la gastronomía de Córdoba es cómo cortar los bifes para que la terneza resulte extrema. Es un truco de las parrillas de Jesús María y de las que adoptan ese estilo. Conocerlo marca la diferencia. Un corte contra las fibras los hace sublimes.
Baño y postre
El baño estaba limpio, ordenado y equipado. De postre vamos con otro clásico argentino: Flan con dulce de leche y crema ($ 1.300). Textura suave, delicada, lo que estábamos buscando para cerrar con algo dulce esta cena de miércoles en un restó de barrio de nuestra ciudad.
Para ir
Bizarro bistró
Calificación: bueno
Rodríguez del Busto 3979, Cerro Chico
Teléfono (0351) 159-017582
Abierto de martes a domingos de 8 a 24
Efectivo y transferencias.
