
El temor a un terremoto económico tras el cambio de Gobierno que habrá en Argentina en diciembre próximo o, incluso, a una nueva brusca devaluación de la moneda argentina tras las elecciones presidenciales del 22 de octubre, acrecienta la voracidad por los dólares estadounidenses, hasta llevar su cotización a nuevos valores récord.
La incertidumbre electoral es elevadísima, pero sea quien sea el próximo presidente, los argentinos dan por descontado que habrá fuertes movimientos cambiarios después del 10 de diciembre, cuando asuma el nuevo Ejecutivo, o incluso antes, si la transición se vuelve compleja en términos financieros, como muchos expertos vaticinan.
En todos los escenarios, el denominador común es la urgencia, tanto de grandes inversores financieros como de pequeños ahorristas, por conseguir dólares en los mercados paralelos ante el temor de que se acelere la dinámica inflacionaria que pulveriza el valor del peso argentino.
La apetencia de dólares para cobertura se ha acelerado en las últimas dos semanas. Mientras que el restringido tipo de cambio oficial se mantiene clavado en 365,50 pesos por unidad desde las primarias, los denominados dólares financieros que se consiguen mediante operaciones de compraventa de bonos y acciones tocaron la semana pasada valores récord de 900 pesos.
Estas cotizaciones financieras cedieron algo luego de que las autoridades impusieran nuevas restricciones a este tipo de operaciones, pero se mantienen en niveles muy elevados.
En la plaza informal, el precio de la divisa estadounidense llegó este lunes a un récord de 945 pesos, acrecentando la brecha con la cotización oficial al 158%.
En este escenario, con un nivel de reservas monetarias netas negativas que PPI calcula en -6.077 millones de dólares, una brecha cambiaria récord acotaría aún más el margen de maniobra del Banco Central para evitar una nueva devaluación.
En este contexto, el Banco Central busca contener la situación con sus intervenciones diarias, mayores controles y buscando el ingreso de divisas estimulando la liquidación de exportaciones del sector petrolero y de las pymes.
Pero para la consultora LCG, en la previa de las presidenciales y con "estos niveles de incertidumbre parece no haber precio que le ponga un techo al dólar".
"Y en este contexto, fogonazos desde la política para que el ajuste se haga antes de un eventual cambio de mandato agudizan los temores y elevan el riesgo de que la crisis cambiaria se contagie al sistema financiero", advirtió la firma en un informe.
Según LCG, la salida de depósitos de los bancos "luce todavía marginal", pero la tasa de renovación de las colocaciones a plazo tiende a decrecer.
En este escenario, el Banco Central emitió este lunes un comunicado para asegurar que Argentina mantiene un sistema financiero "líquido y solvente" capaz de "responder ante eventuales situaciones de estrés".
Por Natalia Kidd
Agencia EFE