Tras varias semanas de intensas jornadas, este martes el Tribunal en lo Criminal Nº 4 de Mercedes condenó a los tres acusados por la muerte de la vicedirectora Sandra Calamano y del auxiliar Rubén Rodríguez en la trágica explosión ocurrida en la escuela de Moreno en el 2018.
El gasista Cristian Ricobene fue condenado a cinco años de prisión por el delito de “homicidio culposo agravado en concurso real con defraudación en perjuicio de la administración pública”. El resto de los acusados fueron condenados a dos años de prisión: el interventor de aquel entonces del Consejo Escolar Sebastián Nasif, la presidenta del consejo escolar Mónica Berzoni y el responsable de infraestructura Jorge Galian, investigados los tres por “incumplimiento de los deberes de funcionario publico”.
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El debate oral comenzó el lunes 28 de agosto y, tras la declaración de más de 30 testigos, luego se inició la etapa de exposición de pruebas. Finalmente, en los alegatos de la semana pasada, la fiscalía y el particular damnificado pidieron cinco años de prisión para el gasista Cristian Ricobene y 10 años de inhabilitación especial para ejercer; y dos años de prisión y cuatro de inhabilitación para ejercer cargos públicos para Nasif, Berzoni y Galian.

En su exposición, la fiscal Valeria Urrutia sostuvo que el gasista se presentó en el colegio el día antes de la explosión, y que la vicedirectora le señaló que existía una pérdida de gas en una estufa. El hombre no encontró ninguna falla y, según ella, sólo se limitó a cerrar la llave de paso del lugar.
También dijo que el imputado tenía su matrícula vencida desde 2015 para trabajar en escuelas, y que sólo estaba autorizado para hacerlo en domicilios particulares.
La explosión ocurrió el 2 de agosto de 2018 en la Escuela 49 Nicolás Avellaneda de la localidad bonaerense de Moreno.

Así fue la fatal explosión en la escuela de Moreno
Tal como quedó plasmado en el expediente, el escape de gas que provocó la explosión fatal había sido denunciado en reiteradas oportunidades pero nunca solucionado. De hecho, un día antes había ido el gasista Ricobene enviado por el Consejo Escolar a revisar las instalaciones, pero el problema siguió.
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Ese 2 de agosto, Sandra y Rubén se presentaron en el colegio un poco antes del horario del inicio de clases, con el objetivo de prepararle el desayuno a los chicos. Por fortuna, los alumnos y los otros docentes todavía no habían llegado, lo que evitó que la tragedia fuera aún mayor.
Sandra era la vicedirectora de la escuela N° 49 y Rubén se desempeñaba allí como auxiliar. Los dos estaban en la cocina cuando ocurrió la explosión.
Noticia que está siendo actualizada.-