"Una vez más, el debate demostró ser el evento político de mayor atención de la campaña electoral", remarcó anoche Benjamín Gebhard, analista político y director de la Consultora We.
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"Una vez más, el debate demostró ser el evento político de mayor atención de la campaña electoral", remarcó anoche Benjamín Gebhard, analista político y director de la Consultora We.
Gebhard destacó que, "en esta oportunidad, los candidatos se mostraron más adaptados al formato y más sueltos a la hora de intervenir y utilizar las distintas posibilidades, como el derecho a réplica. A su vez, el debate también demostró dos efectos que no tienen que ver con ganar o perder, y por ende lograr mayor o menor adhesión, que son la horizontalidad, que le da igualdad de oportunidad de visibilidad y exposición a todos los candidatos", subrayó. "Esto impacta en el nivel de conocimiento, la evaluación (positiva o negativa) de los candidatos, y en el volumen de información que se expone y reciben los espectadores", explicó el reconocido consultor en comunicación política.
Sobre Patricia Bullrich, el investigador social resaltó que "se mostró más aguerrida, intentó ganar centralidad, desde el vestuario (que paradójicamente fue similar al de Myriam Bregman), los gestos, el tono de voz y el mensaje. Su fuerte no es la oratoria, pero su mensaje fue más concreto, contrastando con Sergio Massa y Javier Milei", precisó.
Con respecto a Sergio Massa, el analista destacó que "tuvo un segundo debate más complejo, fue más recurrente la mención al caso Insaurralde y a su gestión como ministro de Economía. Si bien se mostró aplomado y seguro a la hora de responder, no tuvo tanto impacto ni contundencia", sostuvo Gebhard.
"En esta oportunidad, los candidatos se mostraron más adaptados al formato y más sueltos a la hora de intervenir" .
Sobre Javier Milei, remarcó que "tuvo que hacer frente a sus propuestas" y que "en ninguna oportunidad logró dejar en claro lo que piensa. Ocurrió respecto a la libre portación de armas, la venta de órganos y el cambio climático", amplió el consultor político, e hizo notar que, si bien se mantuvo aplomado, en esta oportunidad gestualizó 'haciendo caras', intentando ridiculizar o subestimar a los comentarios que le realizaban.
En cuanto a Juan Schiaretti, consideró que "abusó del recurso que le dio visibilidad (con un costado cómico) en el primer debate, de hacer mención permanente a lo realizado en su gestión como gobernador. No tuvo contundencia en la etapa de preguntas, donde sus reclamos se basaron en problemas de su provincia, tanto que se le mencionó que la elección era a presidente", puntualizó.
Finalmente, Gerbhard observó que Myriam Bregman "no logró la contundencia del primer debate, ni con ocurrencias ni con la estrategia de utilización de réplicas. Fue la única candidata que no repudió los ataques terroristas contra Israel", acotó.