Un hombre de 30 años fue condenado a ocho años de prisión efectiva por abusar de sus dos hijastras. La condena la determinó la jueza Mónica Mukdsi de la Sala VI del Tribunal de Juicio del distrito. En el caso intervino el fiscal Penal 2 de la Unidad de Delitos Contra la Integridad Sexual (UDIS), Rodrigo González Miralpeix.
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Un hombre de 30 años fue condenado a ocho años de prisión efectiva por abusar de sus dos hijastras. La condena la determinó la jueza Mónica Mukdsi de la Sala VI del Tribunal de Juicio del distrito. En el caso intervino el fiscal Penal 2 de la Unidad de Delitos Contra la Integridad Sexual (UDIS), Rodrigo González Miralpeix.
Las actuaciones se iniciaron tras la denuncia de una de las víctimas contra su padrastro, quien afirmó que cuando ella tenía 9 años el hombre la tocaba en sus partes íntimas. Esta situación se extendió hasta que tuvo 14 años de edad.
Cuando ya no pudo soportar más los abusos la menor habló con su padre biológico y le contó lo sucedido. Su progenitor radicó denuncia en 2018 y tomó la determinación de llevarse a su hija al sur del país, donde estaba residiendo. En cuanto a los abusos sufridos por ella, dijo que fueron muchas veces y durante al menos cinco años.
La joven dijo además que su hermana menor también sufrió abusos por parte del esposo de su madre, los que sucedían cuando esta se ausentaba del domicilio y que fueron corroborados por la otra víctima.
El fiscal González Miralpeix, conforme a los elementos colectados en las actuaciones, sostuvo en su pedido de elevación a juicio que por la reiteración de estos eventos y las circunstancias de realización debe concluirse que significaron un grave ultraje para la integridad sexual de ambas víctimas.
Los hechos así descriptos se encuentran corroborados fundamentalmente, con la declaración de ambas hermanas, quienes desde su niñez empezaron a ser ultrajadas por quien era la pareja de su madre y vivía con ellas, circunstancias que facilitaron la comisión de estos hechos, continuó afirmando el fiscal.
La Justicia dispuso la extracción de material genético del condenado, por parte del Servicio de Biología Molecular del Departamento Técnico del Cuerpo de Investigaciones Fiscales (CIF), previa asignación del Dato Único de Identificación Genética (DUIG), para su incorporación en el Banco de Datos Genéticos.