Todo dado vuelta. Sables sin remache, biblias y calefones. Todo mezclado. Raro, como encendido. “Verás que todo es mentira, verás que nada es amor”, la mentira es la verdad. Resumido… Un quilombo. Así está el momento político nacional a dos semanas de las elecciones. Dos emergentes de lo más rancio de la TV se espantan del candidato más votado en las PASO. Lo enfrentan, y piden que nadie lo vote. Los mismos que encumbraron a su propio Frankestein, ahora se asustan de su hijo dilecto al que amamantaron con horas de aire y menciones simpáticas. ¿Qué produjo este temor inentendible en personajes como Viviana Canosa y Baby Etchecopar, quienes según la lógica deberían festejar la posibilidad de la llegada al poder de su propia “criatura”?.
¿Es Javier Milei un monstruo que fue diseñado para hacer reir, para rellenar, para ser funcional, y se les escapó de las manos?
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Mediante el Decreto 415/2025, el Ejecutivo oficializó la disolución del fondo para rutas seguras y del que financiaba el programa Hogar. Se eliminan ayudas para zonas sin red de gas y quedan 26 fideicomisos desactivados.
¿Son Canosa y Etchecopar parte de “la casta“, y olfatean el fin de la pauta?
¿Milei los usó y los descartó…o viceversa?
Escuchar a Viviana Canosa “bufar” contra las posturas pro genocidas de Victoria Villarruel, da por lo menos sospecha. No parece genuino. No tiene que ver con su pasado, al menos el más reciente.
La ex chimentera “pañuelo celeste” se paseaba por las manifestaciones junto a Cecilia Pando, y seguramente Villarruel también, por temas como el aborto legal seguro y gratuito. Pero para rechazarlo. Su lugar de pertenencia pareciera ser Milei a full. Se autoexpulsó de América porque no la dejaban golpear a Sergio Massa lo suficiente, y ahora en un sitio que condice más con su ideología, titubea por la floja performance de Patricia Bullrich, y preferiría seguramente al tigrense antes que al libertario.
Baby Etchecopar, el adalid de la mano dura. El Atlas que sostiene el mundo de la antipolitica, ahora pide a gritos que voten a Massa y no a Milei…ni a Bullrich.
¿Convencidos o espantados? ¿Se dieron cuenta tarde? ¿Hay que dejarlos entrar, o hay que expresar este camaleonismo repentino, fruto del temor escénico que brinda el precipicio?.
Bienvenidos Baby y Viviana a las fuerzas de lo nacional y popular. Pero ustedes pertenecen a las fuerzas del cielo. Háganse cargo. Quien trajo al fiambre, que lo devuelva.
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