
Relectura
Lo dijo Victoria Tolosa Paz en agosto de 2021: “En el peronismo siempre se garchó”. Fue en plena campaña para las elecciones de medio término que el oficialismo perdió estrepitosamente.
Aunque la categórica afirmación fue pronunciada en un contexto risueño, pretendía sugerir subliminalmente que las posibilidades de hacer el amor se multiplicaban solo para aquellos que profesaban esa ideología. No expuso ningún fundamento científico que avalara tal tesis. Como tampoco nadie explicó nunca por qué una jornada soleada debe ser catalogada de “día peronista”, como si la meteorología perfecta fuera una política de Estado que el justicialismo domina para la felicidad del pueblo.
Lo que no se sabía -o al menos no aclaró en aquel momento la actual ministra de Desarrollo Social- es que copular pudiese tener un costo tan alto como el que por el despliegue visto –pasajes a Europa, travesía en yate por el Mediterráneo, champagne de primerísima marca y regalos suntuosos- pagó Martín Insaurralde por retozar con la modelo Sofía Clerici. Aunque puedan resultar monedas en comparación con su millonario divorcio de Jésica Cirio. La frase de Tolosa Paz exige una urgente relectura y ser resignificada.

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