Cómo la discoteca de España en la que murieron 13 personas se convirtió en una trampa de fuego mortal
Pese a que la policía investiga todavía el punto en el que se originó el incendio, en la zona de VIPs más alejada de la escalera de salida se encontraron 11 de los cadáveres
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La primera planta de la discoteca Fonda Milagros de Murcia se convirtió, en la mañana del domingo, en una trampa de fuego mortal de la que, al menos, 13 personas no pudieron escapar. Es la planta en la que se encuentran los VIPs a los que los clientes acuden, sobre todo, cuando tienen alguna celebración. Son espacios supuestamente privilegiados, en altura, con vistas a la zona central de la sala. Sin embargo, el acceso y salida de estos no era sencillo. Y menos entre llamas.
Una joven que frecuenta el local describió el domingo la zona de los reservados como “un laberinto”. “Es que tiene una escalera, pero después tenés que recorrer un pasillo para llegar a los reservados”, relató. Así hacía referencia a que estos espacios estancos estaban diseñados al modo de palco de teatro, con el acceso y salida por un pasillo trasero que recorría toda la planta, en forma de herradura. “Solo había una escalera”, contó esta chica a las puertas del Palacio de Deportes de Murcia, donde se concentró a familiares y amigos de los desaparecidos para que recibieran ayuda psicológica. Al menos 13 personas murieron en el incendio, aunque no se descarta que haya más fallecidos, puesto que aún hay una persona cuyo paradero se desconoce. Otras tres personas que se encontraban desaparecidas han sido halladas en buen estado.
La entrada en Fonda Milagros trasladaba al cliente a casi cualquier país latinoamericano. Adornos simulando hojas de palmeras, vegetación, aunque de plástico, y vallenatos, cumbias y rancheras como banda sonora. Era un local frecuentado, sobre todo, por la comunidad latina de Murcia, pero entre sus clientes también había españoles. Mucho material sintético, papel en las paredes, moquetas, madera... Todo aquello que hacía viajar a ese ambiente caribeño se convirtió en combustible.
Los daños han provocado que la estructura superior caiga en el interior del local, lo que dificulta las labores de localización de víctimas.
“Mami, la amo, voy a morir”, fue el desgarrador mensaje de audio que una de las víctimas mandó a su madre a las 6.06 de la mañana. “Es mi hija y no he vuelto a saber nada de ella. Tampoco de su novio”, relató horas después su padre a apenas 200 metros de la puerta de la discoteca, tras un cordón policial que no pudo atravesar.
Las discotecas Teatre y la Fonda, incendiadas en Murcia, funcionaban sin autorización desde hace 20 meses. Han muerto 13 jóvenes. Uno de los dueños es Martínez Alcázar, presidente de la Asociación de Empresarios por la Calidad del Ocio.pic.twitter.com/MXmxPfLTLp
— Fonsi Loaiza (@FonsiLoaiza) October 2, 2023
Pese a que la policía investiga todavía el punto en el que se originó el fuego, el estado de la zona de VIPs más alejada de la escalera de salida, completamente calcinada y lugar en el que se encontraron 11 de los 13 cadáveres, hace pensar que se produjo alrededor de la mesa 18, donde se celebraba un cumpleaños.
Los dos cadáveres que se encontraron en la planta baja, según fuentes de los bomberos, se debían encontrar también arriba, pero cayeron cuando colapsó la estructura, ya que se encontraban tapados por escombros. Entre ellos, según diversas fuentes, hay una trabajadora del local. Las mismas indicaron que aunque el fuego debió ser muy voraz, los fallecidos, probablemente, murieron por la inhalación de humo y de los gases de todo lo que ardió. “No debieron sufrir mucho”, señalaron en unos momentos en los que se buscaba cualquier consuelo.