
Cada 1 de octubre recordamos a Santa Teresita de Lisieux, o, como también se le conoce, Santa Teresita del Niño Jesús, religiosa carmelita descalza nacida en Francia, quien vivió durante el último cuarto del siglo XIX. Ella -aún habiendo sido monja de clausura- es considerada patrona de las misiones y ostenta el título de Doctora de la Iglesia.
Santa Teresita vivió sostenida por su fe y confianza inmensas, enraizadas profundamente en su corazón, que desbordaba de ternura y amor por Cristo.
Si hay una frase que identifica muy bien a Santa Teresita es esta: "Quiero pasar mi cielo haciendo el bien en la tierra”.
Son palabras que dejan entrever la belleza de su alma y su sencillez, y, simultáneamente, contienen una profundidad inusitada: retratan su forma de entender la vida, de verse a sí misma. Para ella, alcanzar el cielo prolonga el servicio aquí en la tierra -y aquí servir, amar y orar fueron una misma cosa-.
Solo de cara a Cristo es posible percibir que la oración es, de todas las tareas, la ayuda más importante. Es indispensable.
"Has ocultado estas cosas a sabios e inteligentes y se las has revelado a pequeños” (Mt 11, 25).
Un testimonio de vida para el mundo
María Francisca Teresa Martin Guérin -nombre de pila de Teresita- vivió solo 24 años, siempre en Francia: nació el 2 de enero de 1873 en Normandía, y murió el 30 de septiembre de 1897 en Lisieux. Su vida estuvo caracterizada por la austeridad, lejos de los reconocimientos y el ruido del mundo. Murió casi en el anonimato y a su funeral, en el antiguo cementerio de Lisieux, no asistieron más de 30 personas. Por eso, puede que más de uno quede sorprendido al considerar que una jovencita proveniente de la campiña haya podido dejar uno de los testimonios de vida más excepcionales a la Iglesia y el mundo.
Historia de un alma
Una de las formas más sencillas para acercarse y comprender el legado de esta santa es a través de "Historia de un alma”, un libro que reúne sus escritos personales, y que fuera publicado un año después de su muerte. Se trata de un texto que descubre el itinerario personal de Santa Teresita, una narración de lo que sucede en un alma que se ha dejado transformar por Jesús.
Doctora de la Iglesia
Santa Teresa de Lisieux fue canonizada el 17 de mayo de 1925 por el Papa Pio XI, y proclamada Doctora de la Iglesia por San Juan Pablo II el 19 de octubre de 1997.
El Papa Peregrino dijo aquella vez: "Teresa del Niño Jesús y de la Santa Faz es la más joven de los "Doctores de la Iglesia”, pero su ardiente itinerario espiritual manifiesta tal madurez, y las intuiciones de fe expresadas en sus escritos son tan vastas y profundas, que le merecen un lugar entre los grandes maestros del espírituà El deseo que Teresa expresó de pasar su cielo haciendo el bien en la tierra sigue cumpliéndose de modo admirable. ¡Gracias, Padre, porque hoy nos la haces cercana de una manera nueva, para alabanza y gloria de tu nombre por los siglos!”.
- Novena en honor a Santa Teresita del Niño Jesús
Bajo el lema "Cuida de Él. Lc. 10,35”. Del 29 de septiembre al 8 de octubre celebramos a Santa Teresita del Niño Jesús en la parroquia que lleva su nombre. Todos los días 19 horas Adoración Eucarística -19:45 horas Novena y rezo de las 24 Glorias – 20 horas, Santa Misa. Mientras que el domingo 8 de octubre, se llevará a cabo la fiesta a las 10 horas con solemne procesión
11hs Santa Misa en la sede de la parroquia Santa Teresita del Niño Jesús, ubicada en calle Constitución y José Hernandez – Barrio Güemes – Rawson.
Por ACI Prensa y Redacción
DIARIO DE CUYO