"De nuevo estoy de vuelta después de larga ausencia", reza una frase de una conocida zamba del recordado Chango Rodríguez. Las palabras parecieran relacionarse a la vida del salteño Miguel Ángel Filippini, quien desde casi cuatro décadas vive en la ciudad francesa de París.
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"De nuevo estoy de vuelta después de larga ausencia", reza una frase de una conocida zamba del recordado Chango Rodríguez. Las palabras parecieran relacionarse a la vida del salteño Miguel Ángel Filippini, quien desde casi cuatro décadas vive en la ciudad francesa de París.
Un día cargó sus valijas llenas de ilusiones y emprendió un desafío en el Viejo Continente.
"El hombre es una vital proyección de su paisaje, por eso siempre tengo presente mi tierra. El anhelo por enriquecerme con otras experiencias me llevó a alejarme de mi Salta querida", señaló Filippini.
Sus inicios artísticos estuvieron vinculados a la danza. Fue integrante de la recordada Embajada de El Tribuno. Luego bailó en El Ballet Salta, con Marina y Hugo Jiménez, y también se sumó al plantel de Santiago Ayala, "El Chúcaro".
"En los inicios de los años 70 me salió un show para Sudáfrica y no dudé en aceptar. Estuve un tiempo en ese país y finalmente me fui a Europa. Luego de recorrer varios países con la danza, decidí radicarme en Francia", agregó el artista.
Filippini se define como un hombre multifacético, ya que también ocupa su tiempo como músico, compositor, escritor, actor y productor.
"En la actualidad tengo un programa de televisión digital en Publicard Latino TV, donde recibo a los artistas latinos. En el espacio, denominado Conversando con estrellas, trabajo con Julio Martínez (coproductor), va por todas las redes sociales. Como actor, mi última película -como coprotagonista- fue "Mis caros estudios, donde trabajé al lado de una gran actriz franco-belga Déborah Francois, dirigida por Emmanuelle Le Bercot. Trata sobre cómo jóvenes mujeres que no tienen la suerte de tener una bolsa de estudio deben prostituirse para sobrevivir, es una historia muy dura. Por otro lado, preparo mi nueva aventura musical con salsa romántica y estoy terminando mi libro Altos muros y vacuos terraplenes. Nado entre ficción y realismo y la trama es un poco orwueliana (orwel), y de este probable mundo distópico que nos preparan las élites", resaltó el salteño.
Pero en este viaje vine principalmente para lanzar al aire una proposición concreta y abrir una lanza en favor de nuestro símbolo musical, nuestra bandera refencial, que es nuestra querida zamba norteña. Proponer nuestra música para elevarla conscientemente al lugar que le corresponde como acervo cultural de nuestras íntimas raíces. Darle un título de nobleza y proponerla a la Unesco como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Me pongo al servicio de esta iniciativa, pero busco más padres para esta criatura. Hago extensiva esta invitación a los salteños que llevan nuestra zamba como bandera vernácula en sus corazones. Yo ayudaría voluntariamente desde Francia donde se encuentra la sede central de la Unesco", afirmó Miguel Ángel.
"Tengo grabados varios discos de folclore y tango. Los franceses saben apreciar muy bien nuestra música. El tango es palabra mayor, lo mismo que los ritmos folclóricos, pero eso no quiere decir que cualquiera que hace música triunfa allí. Así como reciben respetuosamente las expresiones artísticas de otros países, exigen que el artista tenga talento o, por lo menos, lo haga bien. Eso lleva al escritor, compositor, músico, cantante o bailarín, a preocuparse por mejorar constantemente su performance. También llevo adelante un programa de radio que se llama Mano a mano con Miguel. Soy hiperactivo, siempre digo que es una buena manera de no utilizar tranquilizantes y una forma de combatir la soledad".
Miguel Ángel asegura que su felicidad sería llevar la cultura de Salta a Francia, por eso desde hace un tiempo viene trabajando en algunos proyectos.
"Mi sueño es realizar un gran festival folclórico en París, lógicamente con artistas de esta provincia. Por ahora, solo es un anhelo, debemos ajustar numerosos detalles para hacer realidad esta propuesta. En los últimos años tuve varias experiencias como productor, llevé a artistas de renombre como Víctor Heredia, Paco de Lucía y Diego El Cigal", aseveró.
Este oranense de nacimiento añora su tierra y, como él dice: "Este suelo no lo cambiaría ni por todo el oro del mundo. Las circunstancias de la vida me alejaron de mi Salta, pero estoy convencido de que volveré. Quiero darle a mi provincia lo que me queda por hacer. Recibí cariño en estos días en mi ciudad, más que en 40 años en Francia, y eso no tiene precio".