La primera gala de expulsión de Gran Hermano VIP (Telecinco) en España tuvo a Alex Caniggia como el protagonista excluyente. El mediático argentino se ubicó como uno de los jugadores más importantes del reality show al evitar la expulsión y, sobre el final del programa, volvió a quedar en la placa de los nominados.
A diferencia de la versión argentina, el ciclo europeo tiene en la misma gala el momento en el que se va un participante y en el que también, los jugadores, definen quiénes quedan en la placa para la próxima semana.
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Caniggia logró vencer a Luca Dazi en una mano a mano, casi de “muerte súbita”. Su contrincante se había transformado en los últimos días en un enemigo de Alex, ya que lo confrontó en varias oportunidades.
Antes de que el mediático consiguiera seguir en la casa tuvo un enfrentamiento verbal con Oriana Marzoli, una modelo venezolana con la que se peleó a los gritos varias veces. “Sos una muerta y ridícula. No existís”, le exclamó en la cara, mientras la conductora del programa intentaba apaciguar. La idea de la producción fue hacer un careo de Caniggia con la persona con la que se había llevado peor en la convivencia.
La figura del argentino en el reality show en su versión española viene creciendo con el correr de las semanas. Aunque Alex no era conocido en España, rápidamente se está haciendo mediático ya que sus videos con comentarios, situaciones y peleas dentro de Gran Hermano se multiplican en las redes, sobre todo, en TikTok.
La prueba al límite que descompuso a Alex Caniggia
Hace unos días, Alex Caniggia hizo una prueba que tuvo consecuencias para su físico. El mediático se sintió mal durante varias horas luego de que comiera un alimento cocinado de una manera poco habitual: chinchulines hervidos.
Una cuenta de Twitter advirtió el problema que tuvo El Emperador, cuando observó que durante horas Alex se la pasó tirado en el sillón intentando dormir y sin comer. “Alex está malito. ¿Alguien sabe si lo ha visto el médico o le han dado algo para el dolor?”, se preguntó la usuaria @myadarita. Tras el duro desafío que tuvo que transitar, no cenó y se mostró con muchos malestares. Luego, se le pasó.
La prueba de comer chinchulines hervidos se dio en el contexto del desafío en el que varios integrantes de la casa podían sumar alimentos a los pocos que tenían en el presupuesto semanal. Para eso, debían ingerir algunas comidas poco habituales o cocinadas de una forma diferente a lo convencional.
Al tocarle a Alex Caniggia, debía elegir o descontar un monto determinado del pozo de cada uno de los participantes, o masticar y tragar lo que le tocaba, que estaba oculto en una mesa.
“Esas pizzas que ves tiene un precio. Son 500 euros. O descontamos eso del premio de todos o comes lo que hay debajo de la campana”, le explicó el conductor Ion Aramendi. “¿La gente qué dice? ¿Que pague o que coma?”, preguntó Alex, mientras se escuchaba al público del estudio que lo alentaba a que comiera.
“Que comas”, replicó el conductor. “Bueno, la gente dice que coma. Mirá lo que es esto”, comentó Alex, mientras señalaba el plato que le tocó, que era chinchulines hervidos, una forma extraña de prepararlos. “Intestino de vaca cocinado. Ni te va a hacer mal, ni nada. Huele fuerte”, apuntó el animador.
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Para no perder, Alex decidió lanzarse hacia los chinchulines: al mismo tiempo que le daba arcadas masticarlos, los tragó en varias oportunidades. Así pudo completar el desafío por el que toda la casa recibió varias pizzas.
