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300%
Recibí la factura de AySA con un 300% de aumento con respecto al mes anterior, por un total de $18.000, el doble que lo que aboné por la luz en igual lapso. Somos dos personas.
Aclaro: estoy de acuerdo con reducir subsidios, siempre y cuando sea en forma gradual y no abrupta para que cada cual pueda planificar mejor sus gastos mensuales, algo ya de por sí muy difícil con una inflación anual para 2023 disparada a más de 140% y con sueldos que no suben en la misma proporción. Eso sin contar los sobresaltos económicos que inevitablemente sobrevendrán agudizados tras conocerse los resultados de las elecciones del 22 de octubre.
El kirchnerismo distorsionó gravemente el sistema de tarifas y su injustificada extensión en el tiempo abultó el déficit fiscal complicando, a su vez, las inversiones en las empresas para brindar los servicios esenciales de manera óptima.
En el sitio de AySA –la empresa que dirige Malena Galmarini, la esposa del ministro de Economía y candidato oficialista, Sergio Massa– asegura que el ajuste será progresivo hasta febrero de 2024.
No tuve el gusto. Pero, por lo menos, mi boleta ya no está cruzada con la leyenda “Servicio con subsidio del Estado Nacional”. Algo es algo.
Por Pablo Sirvén
Tipo de trabajo:
opinión
