Miembros del Movimiento de Resistencia Popular (MRP) que se encuentran distribuidos en varios barrios de la ciudad de Güemes, quienes atienden merenderos a los que llaman "asambleas", se instalaron en la plaza central para generar conciencia en la comunidad sobre la importancia de aprender a reciclar, sobre la forma correcta de tratar los residuos urbanos, colaborando con el medio ambiente, con el mantenimiento de una ciudad mas limpia y permitiendo una recolección diferenciada que facilitaría mucho el trabajo diario que realizan ellos como recolectores urbanos.
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Miembros del Movimiento de Resistencia Popular (MRP) que se encuentran distribuidos en varios barrios de la ciudad de Güemes, quienes atienden merenderos a los que llaman "asambleas", se instalaron en la plaza central para generar conciencia en la comunidad sobre la importancia de aprender a reciclar, sobre la forma correcta de tratar los residuos urbanos, colaborando con el medio ambiente, con el mantenimiento de una ciudad mas limpia y permitiendo una recolección diferenciada que facilitaría mucho el trabajo diario que realizan ellos como recolectores urbanos.
Cada asamblea cuenta con entre 60 y 100 miembros, la mayoría de ellos percibe un subsidio mínimo por parte del Gobierno nacional, que solo les permite comprar alimentos, por lo que deben sumar otros ingresos con changas que cada uno de ellos logra conseguir.
Para hacerse acreedores al subsidio del Estado deben cumplir con horas diarias de trabajo, muchos de los desocupados subsidiados invierten esas horas en la atención de los merenderos, otros elaboran proyectos solidarios destinados a brindar un beneficio a instituciones públicas, aunque en varias oportunidades también fueron alcanzadas algunas de tipo privadas. Iglesias, plazas barriales, clubes deportivos, escuelas técnicas, colegios secundarios y escuelas primarias se vieron beneficiadas con el trabajo gratuito de los integrantes de merenderos, en algunos casos, generando un ahorro de hasta dos millones de pesos en mano de obra.
Hace un par de años se puede ver a miembros de estas "asambleas", muy temprano en la mañana, recorriendo la ciudad levantando todos los elementos reciclables, los cuales son acopiados en una vivienda de barrio El Naranjito para ser comercializados. Este trabajo de recolección trajo un beneficio extra a la población güemense, debido a que ya no se ven bolsas plásticas, botellas descartables y otros residuos a lo largo de la banquina de la ruta nacional 34, o formando parte microbasurales, lo que daba un muy mal aspecto a la ciudad.
"Para nosotros es muy importante que las familias aprendan a separar la basura en sus casas, es decir sacar la basura orgánica en una bolsa y los materiales como hierro, vidrio y plástico en otra bolsa, sabemos que es una tarea a la cual nos debemos acostumbrar, pero se nos ocurrió que podíamos colaborar con este cambio de conducta en la gente saliendo a la plaza con un mensaje claro", manifestaron.
Para hacer realidad este proyecto trabajaron en la elaboración de pequeños obsequios, como vasos de botellas recortadas, muñequitos tejidos, prendedores y otros elementos que fueron entregados a quienes se acercaron con una bolsa de reciclables para depositarlos en ese punto de arrojo generado por esta única vez.
"Para la gente somos invisibles, solo nos ven cuando cortamos la ruta exigiendo el pago de los subsidios adeudados, o el envío de los alimentos para entregar a los chicos de escasos recursos en los merenderos, pero nosotros tabién realizamos muchas acciones positivas", expresaron miembros de MRP.
De este modo, la comunidad pudo ver en este grupo de recicladores una faceta desconocida. Cobran un subsidio a cambio de un gran trabajo.