Cada 25 de septiembre se celebra el Día Mundial de Ataxia, una efeméride que tiene como fin informar y concientizar a la población acerca de esta condición que afecta a una de cada 50 personas en el mundo. ¿De qué se trata la ataxia?
Las ataxias son un grupo de enfermedades del trastorno motor que afecta a la coordinación y realización de movimientos voluntarios, generando dificultades motoras tales como pérdida de equilibrio, problemas en la marcha, movimientos torpes o afectando los movimientos de los ojos y la deglución.
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En este sentido, se considera una enfermedad neurodegenerativas, ya que incapacitan a quienes la sufren. A pesar de no verse afectadas sus facultades mentales, las personas con ataxia padecen la disminución en el habla y movilidad.
El 60% de los casos hereditarios, siendo la ataxia de Friedrich la más conocida y frecuente. Sin embargo, existen más de 200 tipos de ataxia que comparten una misma característica: la alteración de la coordinación de movimientos.
Además de los casos hereditarios, puede presentarse por síndromes de malabsorción, alcoholismo, déficit de tiamina, hipotiroidismo, accidente cerebro vascular, fármacos, entre otros.
Cabe señalar que, no se trata de una enfermedad que tenga cura, aunque es posible que los pacientes reciban tratamientos adecuados que mejoran considerablemente su calidad de vida.
Ataxia: cuáles son sus síntomas de esta enfermedad
Los síntomas más característicos de la ataxia son:
- Inestabilidad al caminar.
- Incoordinación de los movimientos voluntarios en brazos y piernas
- Alteración de la articulación del habla y el control del volumen de la voz.
- Alteración de los movimientos de los ojos que puede originar visión doble o sensación de movimientos de los objetos.
Para obtener el diagnóstico, los pacientes deben someterse a un examen neurológico minucioso, tener una historia clínica completa y realizarse los exámenes complementarios como resonancia magnética y laboratorio, dependiendo de cada persona.
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