Las claves del triunfo de Belgrano sobre Talleres en la Reserva: 1-0 en el Gigante de Alberdi
Con gol de Gonzalo Romero, se impuso a Talleres en el Gigante de barrio Alberdi. Fue un “adelanto” de lo que se viene para el domingo 1 en la Copa de la Liga en el Kempes.
Belgrano le ganó el clásico de Reserva a Talleres 1 a 0 en el Gigante de Alberdi con el gol de Romero en el cierre de la etapa inicial y escaló hasta el segundo puesto en la Zona B con 13 unidades, una menos que Boca, rival de la próxima fecha que se disputará el miércoles desde las 11 en el predio del Xeneize en Ezeiza.
El Pirata lo ganó en la primera etapa cuando jugó mejor que su adversario. Fue el momento en el que el conjunto de “Beto” Fernández aprovechó las bandas, tuvo muy buenas llegadas y logró agigantar la figura del arquero Martínez de Talleres.
Óses por la izquierda y Gerónimo Heredia por la derecha, fueron un verdadero dolor de cabeza para el visitante. Y en este ida y vuelta que fue el partido en el inicio, Lucco y Rami generaron lo mejor del ganador en ataque, mientras que Strumia sostuvo el cero en su arco.
A los 50 segundos, Castro estuvo a centímetros de marcar. Y, a los 3, tuvo la segunda chance. Pero no pudo ser y debió esperarse hasta el final para que la red se moviera.
Cuando el tiempo inicial se apagaba, Lucco metió enganche en el área, jugó de derecha a izquierda y Romero, con tiro bajo, puso el 1 a 0. Fue el momento de fiesta en las tribunas, para que las 14 mil personas explotaran.
En el segundo, pudo la “B” marcar de movida, pero el poste le dijo no a Lucco y fue el momento de cambiar la manera de jugar. Talleres movió el banco y empezó a ganar terreno y a presionar sobre las bandas. Se agigantaron los centrales y todos metieron bien parejo.
Fue el tiempo de la resistencia, el momento en el que los albiazules estuvieron cerca de conseguir el empate. Pero no pudo ser porque el equipo local sintió la fuerza de su gente que alentó y consiguió redoblarse en cada pelota dividida.
Los contra-ataques no salieron y cada vez jugó más cerca de Strumia. Troilo y Moreno multiplicaban sus despejes, Bernabeu pasó a la derecha y Heredia a jugar de volante. El local jugó con cinco atrás y decidió cerrar el partido mucho antes del silbatazo final.
El aguantar logró que el objetivo del triunfo se diera, que la gente y los jugadores festejaran como se festejan los clásicos ganados. Porque un Belgrano-Talleres no distingue de primera o Reserva. La “B” se quedó con tres puntos que lo llevan hasta la parte alta de la tabla.
